La firma del óvalo ha llegado a un acuerdo con la Universidad de Cambridge para utilizar uno de sus inventos: El software que reproduce distintos problemas de visión. Con esta investigación, Ford pretende tener en cuenta las dolencias que empiezan a afectar a la vista de tanta gente a partir de la mediana edad, y diseñar de la forma más ergonómica posible el salpicadero, los botones, el cuadro de instrumentos… No es de extrañar que Ford se preocupe por este aspecto de la salud, dado el progresivo envejecimiento de la población en un mercado como el europeo.
El software con el que trabajan se llama «Simulador de Daños en la Vista» y es obra de Sam Waller, investigador de Cambridge especializado en diseño para la integración de personas con alguna minusvalía. En palabras de Waller, «permite simular problemas de visión en cualquier imagen. Cargas una imagen, seleccionas una dolencia y te permite ver esa imagen como la vería un sujeto que la padece. A continuación, puedes cargar otros diseños y comparar los efectos al instante, o bien cambiar la dolencia y comprobar cómo son otros problemas los que te impiden ver bien la imagen». El simulador también permite seleccionar la intensidad del problema, desde muy leve hasta muy grave.
Cambridge ya se percató hace tiempo del interés de numerosas industrias por este programa, y ya ha sido usado para el diseño de teléfonos móviles y como herramienta formativa para aquellos que estudian diseño de integración. Tampoco es la primera vez que Ford se interesa por facilitar las cosas a personas con discapacidades. La firma del óvalo lleva mucho tiempo experimentando con su Traje de la Tercera Edad: Quien se lo pone ve reducida su movilidad y su sentido del tacto, y así comprueba lo que supone subirse a un coche con esos condicionantes. En su día ya informamos del traje que Ford había utilizado para adaptar la ergonomía del Focus a las mujeres embarazadas. El traje incluía gafas que simulaban cataratas. Con el Simulador de Daños en la Vista, el catálogo de dolencias abarca desde la degeneración macular hasta el daltonismo, pasando por el glaucoma.
En la galería de imágenes encontrarás el ejemplo facilitado por Ford: Cómo ve una persona daltónica los gráficos de uno de sus navegadores y cómo los ve el individuo con vista sana.
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