
Hasta el momento se han instalado tres de estos radares, que comenzarán a funcionar en breve en tres túneles de nuestra geografía: el de Guadarrama, en la A-6, entre Madrid y Segovia; el de Barrios, en la AP-66 en León y el de Torrox, en la A-7 de Málaga. Después de éstos, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ya ha confirmado que se instalarán otros tres entre este año y el próximo.
Al principio no multarán
Durante las primeras semanas de funcionamiento, los conductores que superen la velocidad máxima permitida en el tramo no recibirán una multa en sus domicilios, sino una nota informativa con los detalles de la infracción, con la hora, el lugar y la velocidad registrada. Después de esta experiencia piloto, los radares comenzarán a multar de manera habitual.
Para el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, este sistema es -más justo y razonable-, ya que hay muchos conductores que circulan a una velocidad excesiva y frenan justo antes de llegar a un radar, y otros que conducen de manera correcta y que son sancionados por un despiste puntual. Con este sistema se conseguirá reducir la velocidad media en tramos especialmente peligrosos, sobre todo en los túneles, donde pocos son los que reducen la marcha para adaptarse a las exigencias de este tipo de vías.