Hay lugares que parecen sacados de un mundo de película y muchos de ellos se encuentran en el entorno del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.
Todos sus pueblos tienen su particular forma de ser, pero comparten la imagen de las calles empedradas, los techos de pizarra, los torreones de los campanarios, las iglesias de piedra€ Pueblos donde parece que nada está fuera de sitio, como si alguien lo hubiera colocado ahí para un cuadro, solo que en este caso se trata de su orden natural.
Uno de ellos es Espot; pueblo situado al este del Noguera Pallaresa y que constituye uno de los dos puntos de entrada al Parque Nacional. Todavía conserva una torre medieval y dos puentes románicos –uno sobre el río Escrita y otro sobre de la Torrassa–, que merecen una visita sin prisa, al igual que la iglesia de Santa Leocadia, que aparece ya citada en documentos del año 839; los mismos en los que encontramos las primeras referencias históricas a este pueblo pirenaico.
Valle de Boí
Constituye la entrada occidental al Parque y sus pueblos desprenden un inconfundible aroma medieval merced a sus calles y construcciones de piedra. Pero su mayor interés radica en su conjunto de iglesias románicas –San Clemente y Santa María, en Taüll, Santa Eulalia de Erill la Vall, San Juan de Boí, San Félix de Barruera… – que, además de su innegable valor arquitectónico, atesoran unas impresionantes colecciones de pintura del XII, cuyos originales se conservan en el MNAC.
Artíes (Lleida)
Constituye la entrada occidental al Parque y sus pueblos desprenden un inconfundible aroma medieval merced a sus calles y construcciones de piedra. Pero su mayor interés radica en su conjunto de iglesias románicas –San Clemente y Santa María, en Taüll, Santa Eulalia de Erill la Vall, San Juan de Boí, San Félix de Barruera… – que, además de su innegable valor arquitectónico, atesoran unas impresionantes colecciones de pintura del XII, cuyos originales se conservan en el MNAC.
Llavorsí (Lleida)
Constituye la entrada occidental al Parque y sus pueblos desprenden un inconfundible aroma medieval merced a sus calles y construcciones de piedra. Pero su mayor interés radica en su conjunto de iglesias románicas –San Clemente y Santa María, en Taüll, Santa Eulalia de Erill la Vall, San Juan de Boí, San Félix de Barruera… – que, además de su innegable valor arquitectónico, atesoran unas impresionantes colecciones de pintura del siglo XII, cuyos originales se conservan en el MNAC.
Sort (Lleida)
Constituye la entrada occidental al Parque y sus pueblos desprenden un inconfundible aroma medieval merced a sus calles y construcciones de piedra. Pero su mayor interés radica en su conjunto de iglesias románicas –San Clemente y Santa María, en Taüll, Santa Eulalia de Erill la Vall, San Juan de Boí, San Félix de Barruera… – que, además de su innegable valor arquitectónico, atesoran unas impresionantes colecciones de pintura del XII, cuyos originales se conservan en el MNAC.
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