El pasado 6 de septiembre de 2014, en el barrio de Zaramaga, en Vitoria, una mujer y su amiga, de 32 y 38 años, dejaron a sus tres hijas encerradas en el interior de un vehículo para irse a beber copas. Tras esta temeridad, descubierta por la Policía de Vitoria -una de las menores confesó que «estamos encerradas, tenemos hambre y se ha hecho de noche»-, esta semana se celebra el juicio, en el cual la Fiscalía de Álava pedirá para cada una de estas mujeres dos años y cuatro meses de prisión.
La alerta por parte de la Policía fue recibida gracias a una llamada de una menor pasadas las once de la noche, tras la cual las autoridades encontraron enseguida a las niñas y avisaron a sus familiares. Además de estos hechos, la mujer de 38 años no solo olvidó dónde tenía estacionado su vehículo, sino que al llegar y encontrarse la situación reaccionó agrediendo a uno de los agentes de la Policía presentes en el sitio. De hecho, también descargó su ira contra una persona que llamó a las autoridades al ver el nerviosismo de ambas mujeres cuando se dieron cuenta de que no sabían dónde estaba aparcado su coche.
Asimismo, desde la Fiscalía se advierte que las dos eran conscientes de sus actos -esa misma mañana una de ellas abandonó en idénticas condiciones a su hijo menor-, algo que ha repercutido en el castigo solicitado. Por último, se pide también una sanción de 2.700 euros para la mujer que ejecutó la agresión por un delito de resistencia y desobediencia grave a los agentes de la Policía.