Yo soy un apasionado de los cambios manuales, tanto que cada vez que cojo un coche automático, lo manejo de forma manual. Sé que soy un rara avis, pues no en vano la mayoría de conductores, según dicen las marcas, prefieren un cambio automático para centrarse en dirigir al vehículo y llevar más descansada la pierna izquierda y el brazo derecho… Insisto: según dicen.
La cuestión es que, según diversos medios, Ford habría patentado un sistema que simula ser una caja de cambios manual para instalarlos en eléctricos, un tipo de vehículo que no tiene caja de cambios. Sí, algunos eléctricos como el Porsche Taycan emplea dos velocidades, pero es una cosa bastante excepcional y, durante la conducción, no se percibe ningún cambio de marcha.
Es algo similar a ese sistema que simula las marchas en el Hyundai Ioniq 5 N, y es otra muestra más de que las marcas no saben cómo conseguir que los eléctricos apasionen y enamoren como un coche de combustión, y eso que por capacidad de aceleración los eléctricos tienen mucho ganado…
Creo sinceramente que se equivocan. Primero, porque uno debe ser consciente de lo que es y estar orgulloso de ello. Sin complejos. Sin querer imitar a los demás. Si eres eléctrico, eres eléctrico. No puedes sonar como un motor V8. Y si no tienes cambio, pues no lo tienes. Y todo lo que sea falsear ese tipo de cosas sólo terminará por generar aún más rechazo.
Creo que los eléctricos deben buscar su verdadera razón de ser. El gran problema es querer que todo sea eléctrico, cuando para algunas circunstancias un coche eléctrico puede ser perfecto pero, para otras, no. Cuanto antes nos demos cuenta de eso y antes permitamos que la gente se pueda comprar de nuevo lo que quiera, mucho mejor para todos, incluido el coche eléctrico.
Si tú obligas a que todo el mundo se compre un eléctrico, el eléctrico siempre será odiado. El ser humano tolera mal las imposiciones, y más cuando encima tiene que pagarlas. Dejar que el eléctrico fuese creciendo de manera “orgánica”, sin imposiciones, será muy beneficioso para él, pues la gente lo aceptaría tal y como es y no tardarían en florecer sus ventajas, que las hay para según qué usos.
Pero mientras las marcas sigan pensando que los consumidores somos como niños pequeños a los que podemos engañar con un caramelo, las cosas no van a ir bien. ¿Un cambio manual en un coche eléctrico? Absurdo, bajo mi punto de vista. Sólo servirá para que los petrolhead cojan aún más manía a los eléctricos mientras que, a los demás, les dará exactamente igual.
