El lanzamiento de un vehículo deportivo que tenga un diseño que hace girar cabezas y un motor potente que otorga al coche unas prestaciones de infarto no siempre es sinónimo de éxito. Es cierto que este tipo de automóviles suele atraer a muchos compradores, pero en la historia de la automoción también hay casos de fabricantes cuya intención era asombrar al público y fracasaron estrepitosamente en materia comercial. No obstante, algunos de ellos quieren volver a intentarlo. Te presentamos varios de ellos:
DeLorean
El primero de la lista no es estrictamente un deportivo aunque tenga aspecto de ello. Las aproximadamente 9.000 unidades producidas mantuvieron la compañía a flote hasta que su propietario, John DeLorean, fue detenido por tráfico de drogas. Más tarde demostró su inocencia, pero había transcurrido demasiado tiempo.
De Tomaso
Vallelunga, Mangusta y Pantera: estos fueron los tres coches de De Tomaso. Todos montaban un propulsor gasolina V8 y, de hecho, el Pantera triunfó. Pero los numerosos cambios de propietario hicieron fracasar a la compañía italiana.
TVR
Una de las firmas de deportivos más respetables de la década de 1990. En el año 2000, tras su bancarrota, fue vendida a un ruso. Tiene intenciones de volver al mercado: este año ha presentado su última creación, la cual ha acumulado ya 350 pedidos en firme.
Fisker
La marca llegó al mercado con el Karma, un coche 100% eléctrico con el que acabó la escasez de componentes y la baja calidad de éstos. Actualmente acaba de renacer como Karma simplemente y ha presentado el modelo Revero, casi idéntico al Fisker Karma.
Mosler Automotive
Ligero y muy rápido: así fue el deportivo que se creó el economista norteamericano Warren Mosler. Lo hizo pensando que a los demás le apasionaría tanto como a él, algo que no ocurrió. Se vendieron únicamente algo menos de 200 unidades.
Vector Motors
Jerry Weigert lanzó esta marca de deportivos en la década de 1970; no obstante, no produjo su primer modelo hasta la década de 1980. Se trataba del W2, un prototipo con un motor V8 de 650 CV del que se fabricaron 22 unidades y cuyo fracaso llevó a la empresa a la quiebra.
Bizzarrini
Grosso Bizzarrini fundó esta compañía en 1964 y fabricó varios coches famosos, como los P538S y 5300 GT Strada. Lo negativo de todo es que orientó sus modelos hacia la competición, donde fracasaron por montar propulsores demasiado pesados. El resultado fue la desaparición de la marca en 1969.
