Barra será la primera mujer al frente de GM, pero esta a ejecutiva, nacida en Detroit -la cuna del autómovil en EE.UU.-, no le falta currículo dentro de la empresa: hija de un operario que trabajó para Pontiac -una de las marcas del grupo- durante 39 años, Mary ha manifestado que se encaprichó de su primer coche -un Chevrolet Camaro, un deportivo de GM; claro- cuando apenas tenía 10 años. Con 18 años se matriculó en la Universidad de Kettering, un centro adscrito al consorcio estadounidense y, años más tarde, se licenció en Ingeniería electrónica. Por supuesto, entró a trabajar en GM y, en 1990, lograba un MBA de Administración de Empresas por la Universidad de Stanford. Barra fue ocupando varios cargos en GM, desde directora de la fábrica de Hamtramck en Detroit hasta directora de Comunicaciones Internas de GM Norteamérica.
Sin embargo, su futuro papel relevante en la empresa comenzaría, en febrero de 2008, cuando asumió un cargo de Vicepresidenta de Procesos de Fabricación y se refrendaría, en julio de 2009, cuando fue nombrada Vicepresidenta de Recursos Humanos. En este puesto tomó varias decisiones que causaron estupor entre los directivos más tradicionales de GM, como ‘liberalizar’ el código de vestimenta de los empleados, a los que dio la opción de acudir en ocasiones al trabajo en vaqueros.
Pero Dan Akerson, presidente de GM desde 2010 y quien Barra sustituirá en el cargo, tenía planes más ambiciosos para ella y, en 2011, la puso en el centro de atención de los focos nombrándola Vicepresidenta para el Desarrollo global de Productos. En este puesto, Barra ha apostado decididamente por la racionalización de costes y así, planea pasar de las actuales 30 plataformas que utilizan los vehículos de GM a apenas 10 en los próximos años, lo que según cálculos internos, supondrá el ahorro de 1.000 millones de dólares anuales. A la vista de este currículo, no es de extrañar que, a finales del pasado mes de noviembre, y cuando no se conocía su nombramiento, la revista económica Forbes nombrara a Barra como la mujer más influyente del sector del automóvil –la misma publicación ya la citaba, en el puesto 35, como una de las mujeres más poderosas del mundo; la primera es Angela Merkel–.
Tras darse a conocer su nombramiento, en el que Akerson llegó a decir que ver a Barra como su sustituta “es casi como ver graduarse a tu hija”, el todavía CEO de GM también quiso dejar claro que “A Mary se la ha elegido por su talento, no por ser mujer”. Mientras, GM ya ha dado a conocer las primeras manifestaciones de Barra tras su nombramiento: «Es un honor ponerme al frente del mejor equipo en el sector y mantener nuestro impulso a máxima velocidad».
Barra entrará, a partir del próximo enero, a formar parte del exclusivo club de las mujeres que dirigen una de las grandes corporaciones de la lista Fortune 500, aquella que engloba a las primeras 500 empresas mundiales en función de sus ingresos. Se trata de una lista de apenas 20 féminas, entre las que destaca Meg Whitman al frente de HP, Virginia Rometty en IBM, Indra Nooyi en PepsiCo, Marillyn Hewson en Lockheed Martin y Phebe Novakovic, al mando en la empresa armamentística General Dynamics.