El Swift Sport mide 3,89 metros de longitud, 1,69 de anchura y 1,51 m de altura, con una distancia entre ejes de 2,43 metros. Utiliza un sistema de chasis con una suspensión trasera de diseño exclusivo para mejorar la manejabilidad y la estabilidad, sobre todo a altas velocidades. A ello también contribuye una mejor alineación, una barra de torsión de mayor rigidez, unos cojinetes más grandes en las ruedas traseras…
Como ya dijimos en su día, el Swift Sport opta por el motor M16A de 1.6 litros del modelo anterior, pero optimizado para llegar a los 136 CV de potencia y 160 Nm de par -11 CV y 12 Nm más que en la anterior generación-. A pesar de este aumento, las emisiones de CO2 se han reducido de 165 a 147 gramos por kilómetro. Gran parte de culpa la tiene la caja de cambios manual de seis velocidades -una más que el anterior-, que también permite ahorrar combustible para situar la cifra en 6,4 litros cada 100 km -seis décimas menos-. Utiliza llantas de aleación de 17 pulgadas de serie, con neumáticos 195/45 R17 desarrollados en exclusiva para este modelo.
La seguridad también se ha visto mejorada, no sólo por los dispositivos exclusivos de esta versión, sino porque toma como base al nuevo Swift, que ya consiguió cinco estrellas en las pruebas de choque de Euro NCAP. Las medidas de seguridad pasiva incluyen una carrocería basada en la Total Effective Control Technology de Suzuki, que absorbe y dispersa con eficacia la potencia de los impactos. Hay siete airbags -incluidos los airbags de cortina y el de las rodillas del conductor-, y los montantes incorporan materiales que absorben los choques y suavizan cualquier contacto que se pueda producir con la cabeza de los ocupantes. El ESP y el sistema de frenado antibloqueo con distribución electrónica de la fuerza de frenado son de serie.