Estéticamente, el GranCabrio MC recuerda al MC Stradale, en especial por la ausencia de faros antiniebla delanteros; el paragolpes delantero ha sido completamente rediseñado, e incorpora entradas de aire más grandes para una mejor refrigeración y más estabilidad. El MC es 48 milímetros más largo que un GranCabrio normal o un GranCabrio Sport. Esta mayor longitud se traduce en más estabilidad a altas velocidades y más apoyo aerodinámico. Maserati también afirma que ha reducido su peso, aunque todavía no da una cifra concreta; también disminuye su altura al suelo y presenta nuevos faldones laterales. En su trasera, los escapes se sitúan ahora en una posición más elevada, completamente integrados en el paragolpes.
No obstante, la mayor parte de la carga aerodinámica y la fuerza de sustentación negativa del GranCabrio MC no se consigue gracias a las dimensiones, sino con la ayuda del alerón situado sobre el eje trasero -de serie en el color de la carrocería, opcionalmente en fibra de carbono desnuda, en función del paquete de personalización que se escoja-. La tercera luz de freno se aloja dentro de dicho spoiler, que a su vez se esconde dentro del cofre para el equipaje. Otra de sus grandes bazas es la practicidad que proporciona el hecho de que cuente con cuatro plazas realmente aprovechables, en lugar de la configuración dos más dos de otros descapotables. Oficialmente, aún se desconoce cuál será el motor del GranCabrio MC, pero no se esperan sorpresas: Todo apunta a que montará el 4.7 V8 de 450 CV procedente del GranCoupé. De contar con esta mecánica -y con el cambio automático controlado electrónicamente MC Race Shift-, alcanzaría los 290 km/h y aceleraría de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos.
La semana pasada, Maserati publicó el vídeo que acompaña a estas líneas, pero no pretendía revelar el aspecto del nuevo modelo hasta que las imágenes de sus pruebas en Almería se filtraron y se extendieron por la red.
