Y es que el ‘5’ -que sustituye al Premacy, un modelo poco popular en nuestro país- es un monoespacio atractivo y personal: la carrocería llama la atención por sus líneas deportivas y afiladas -que le permiten ofrecer una excelente aerodinámica, con un Cx de 0,29- y también por ser el primero de su categoría en incorporar puertas traseras corredizas, que ofrecen un mejor acceso a las plazas posteriores.
Dichas puertas están construidas con materiales ligeros, lo que facilita la operación de apertura y cierre -puede realizarse sin esfuerzo y con una sola mano- e, incluso, en un futuro podrá disponer de apertura eléctrica.
Otro de los aspectos en los que mayor hincapié ha hecho la marca es en el comportamiento dinámico, dotándole de un cierto toque deportivo, como sucede en su ‘primo’ el Ford Focus C-Max . De esta forma, su actitud en carretera es tan buena como la del mejor de los compactos.
En cuanto a los motores, el primero que hemos podido probar es un 2.0 gasolina: no es el más interesante para un vehículo de este peso -no tiene la fuerza de un turbodiesel-, pero sí que le permite ofrecer un precio muy ajustado.
Por dentro y por fuera
Los faros traseros son llamativos y su gran tamaño y altura consiguen que se vean mejor. El antiniebla va demasiado expuesto en el paragolpes inferior.
Otro ‘look’ En opción habrá un pack con alerones, una rejilla delantera de metal, llantas de 17″, faldones y una ‘protuberancia’ en el frontal que le da un aspecto deportivo.
¿Compacto? La longitud de este modelo alcanza los 4,5 metros, lo que le emplaza como el más largo de su categoría y a sólo 12 cm de todo un Ford Galaxy.
La instrumentación es similar a la de otros modelos de la marca: atractiva y clara, pero no muy completa -no hay ordenador-.
Los mandos del navegador opcional están muy a mano, a la izquierda del cambio. La radio-CD ofrece un disco duro opcional de 20 Gb que almacena hasta 3.000 canciones.
El interior cuenta con las ventajas típicas de los monovolúmenes: una postura de conducción elevada -que favorece la visibilidad, complementada por unos enormes retrovisores– y un buen posicionamiento de todos los elementos -con la palanca de cambios en el salpicadero-.
El diseño general es atractivo, mientras que las inserciones en aluminio -opcionales- le dan un aspecto moderno.
Bien dotado desde la versión básica Active no falta el aire acondicionado, o un equipo de audio con CD y mandos al volante.
Se echan en falta más huecos portaobjetos -y los que hay no son muy grandes-, un plafón de luces más completo y un equipo de audio menos complejo de manejar .
Cuenta con tres asientos: los laterales son deslizantes mientras que el central, mucho más estrecho e incómodo que los otros, puede hacer las funciones de un apoyabrazos.
Las dos plazas -cuyo acceso es sencillo, gracias a las amplias puertas corredizas- son válidas incluso para algún trayecto largo; al plegarse quedan enrasadas con el piso del maletero.
Con las siete plazas el maletero es mínimo -112 litros-. Sin la tercera fila de asientos, su capacidad tampoco destaca -sólo 426 litros-, aunque sí resulta muy aprovechable.
Cada vez es más habitual la instalación de una pequeña cámara en el portón, que permite ver lo que hay detrás del vehículo.
Entre el equipamiento opcional existe un reproductor de DVD para las plazas traseras, con pantalla en el techo y mando a distancia.
En este aspecto mejora a un Opel Zafira, aunque es algo menos práctico que la referencia: el Renault Grand Scénic.Seguridad ,los ocupantes de la 3ª fila disfrutan del mismo nivel de seguridad que el resto: tienen airbags de cortina y cinturón de tres puntos.
Cómo va
Por comportamiento es de los mejores de su segmento, al nivel del Ford Focus C-Max, gracias a una suspensión que elimina casi por completo el balanceo en curvas. Además, el agarre de los neumáticos es magnífico.
Por prestaciones/consumo la versión 2.0 ofrece una respuesta suficiente tanto si viajamos solos, como con todas las plazas ocupadas, aunque para extraer todo su rendimiento hay que ‘jugar’ con el cambio. El consumo es bueno sin más: se nota que el Mazda pesa 1.475 kg.
Por comodidad, pese al tarado firme de la suspensión, el ‘5’ resulta un modelo cómodo, que no ‘sacude’ a los pasajeros.
En lo que respecta a sonoridad, el motor de gasolina resulta suave y silencioso a baja velocidad, pero se echa de menos una sexta velocidad cuando se circula por autopista.
Veredicto
Ficha técnica y gama 2005
Mazda 5 (2005) 2.0 16V | |||
---|---|---|---|
Motor | Gasolina, cuatro cil. en línea | Neumáticos | 195/65 R15 |
Cilindrada | 1.999 cc | Nº puertas | – |
Potencia | 145 CV (107 Kw) a 6.000 rpm | Depósito | 60 litros |
Par | 18,8 kgm (185 Nm) a 4.500 rpm | Tamaño | 450 x 175 x 166 cm |
0 – 100 km/h | 10,8 seg. | Peso | 1.475 kg |
Tracción | Delantera | Maletero | 112/426 litros |
Cambio | Manual de 5 velocidades | Euro NCAP | – |
Consumo | 8,2 l/100 km | CO2 | – g/km |
De serie | ABS, EBD, ESP, ASR, dirección asistida, airbag de conductor, pasajero, laterales delanteros y de cortina, eleval. eléctricos, cierre central., aire acond., asientos Isofix. | Opciones | (precios sin definir): Reproductor DVD, cámara posterior, pack deportivo, sistema de audio con disco duro de 20 Gb… |
LA GAMA 2005 | ||
---|---|---|
1.8 16V | 115 CV | 18.500- / 3.078.141 pta |
2.0 16V | 145 CV | 20.000- / 3.327.720 pta |
2.0 CRTD | 110 CV | 19.500- / 3.244.527 pta |
2.0 CRTD | 143 CV | 22.000- / 3.660.492 pta |
Lo que otros no te cuentan
Debajo hay un Focus C-Max
Motores: Comparten las mecánicas de gasolina, que ofrecen un rendimiento similar en ambos.
Plataforma: Los dos incluyen un bastidor con avanzadas suspensiones -no falta un eje trasero multibrazo- y dirección electrohidráulica.
Estructura: El C-Max obtiene cuatro estrellas en EuroNcap: el Mazda, sin embargo, conseguirá cinco.
Rivales



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