Así, la marca japonesa se unirá a Toyota y Audi en el intento de demostrar el buen rendimiento de sus tecnologías más eficientes. Mazda competirá en la categoría LMP2 con un prototipo con motor 2.2 Diesel SKYACTIV-D; es decir, el mismo propulsor que se comercializa en modelos como el nuevo todo camino CX-5... con grandes modificaciones para rodar a gran velocidad, claro está.
Para el desarrollo del prototipo, Mazda ha vuelto a confiar en el equipo Dempsey Racing, que ya ha hecho correr un RX-8 en el campeonato Grand Am GT de 2011 y logró un podio en las 24 Horas de Daytona.
Mazda ya ha anunciado los nombres de dos de los pilotos que correrán para la marca: Joe Foster y Patrick Dempsey, ambos con experiencia en Le Mans, y el segundo, dueño del equipo. La firma japonesa ya compitió en Le Mans durante 18 años, imponiéndose en 1991 con el 787B, un prototipo con motor rotativo.
