Emplea combustibles ecológicos
El Furai –‘sonido del viento’, en japnés- fue concebido en un principio para funcionar al 100% con etanol y convertirse en el primer motor rotativo de competición con tres rotores impulsado por este combustible. Ahora, y en colaboración con BP, continúa la investigación sobre otros combustibles renovables con futuro, por ejemplo mezclas de gasolina y etanol como el E10.
Se adelanta a su tiempo con combustibles renovables alternativos. El grupo de tres rotores del Furai ha sido diseñado para aportar una potencia excepcional consumiendo etanol (alcohol etílico) y mezclas de gasolina y etanol. Se han logrado importantes avances en materia de combustibles renovables, desde las mezclas actuales, como el E10 (10% etanol y 90% gasolina), y las investigaciones en curso para obtener etanol a partir de materiales celulósicos, hasta futuros carburantes renovables, como el butanol: un alcohol de mayor grado que puede sustituir a la gasolina. La incorporación de estos nuevos componentes renovables ha permitido a Mazda mejorar su conocimiento del funcionamiento de estos combustibles con la tecnología de la empresa, y reducir el consumo de hidrocarburos fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero nocivos.
Un todo uso
Por su naturaleza competitiva, los coches de carreras no están diseñados para un uso diario, y por lo general distan mucho de poder ser utilizados en carretera. A veces, algunos supercars llegan a las pistas de competición, pero están diseñados fundamentalmente para circular por carretera y no están convenientemente equipados para las carreras. El Furai tiene como objetivo salvar estas diferencias.
No obstante, Mazda no pretende competir en los circuitos con el Furai, ni hacer de él un supercar que luego construirá y comercializará en un futuro cercano. Por el contrario, el Furai es concept a medio camino entre estos extremos. Sin los límites impuestos por los modelos de producción en serie, y con la libertad del entorno de un salón del automóvil, Mazda ha aprovechado para llevar su exclusivo diseño Nagare un paso más cerca de la realidad.
En lugar de construir un vehículo de calle con componentes y elementos de diseño que emulen los de los coches de carreras –la estrategia más empleada entre los fabricantes de supercars–, Mazda optó por empezar este proyecto partiendo de algo real: un chasis Courage C65 que se ha obtenido un gran reconocimiento durante dos temporadas en carreras de resistencia LMP-2 en la American Le Mans Series (ALMS). B-K Motorsports hizo dos campañas con este deportivo bajo el estandarte de MAZDASPEED Motorsports Development, con exitosos resultados durante las temporadas 2005 y 2006.
Los equipos de diseño e I+D de Mazda trabajaron en estrecha colaboración con Swift Engineering para refinar las características aerodinámicas del Furai y garantizar que, literalmente, se pegue al asfalto a altas velocidades. El equipo, gracias a la relación que mantiene con Swift Engineering y que forjó con el desarrollo del chasis Champ Car Atlantic, propulsado por un Mazda/Cosworth, empleó un complejo software de dinámica de fluidos computacional (CFD) para poner a punto varios elementos de diseño Nagare y lograr que funcionasen con un elevado grado de eficacia. Se prestó especial atención a la resistencia, la fuerza vertical, el levantamiento y la estética general.
Directamente salido de la pista de competición, el interior, fabricado en un material híbrido de carbono, se ha mantenido prácticamente intacto bajo de la carrocería del nuevo Furai, incluido el asiento del piloto a la derecha. A diferencia la austeridad típica predominante en el interior de los coches de competición, esta cabina ha sido acabada con unas superficies cómodas y al mismo tiempo altamente funcionales. El volante lleva integrada una pantalla electrónica y mandos de cambio.
En la configuración original del chasis para la competición, en el lugar que ocupa el asiento del pasajero se encontraba la caja de cambios electrónica, por lo que estos componentes han tenido que ser reubicados en otras zonas, dejando un espacio correcto para dos ocupantes. El habitáculo es algo más amplio que la cabina original, quedando así espacio suficiente para la cabeza y los hombros, y permitiendo una buena visibilidad exterior. Las puertas, sujetas mediante bisagras de mariposa permiten acceder cómodamente a la cabina. En este sentido, el equipo de diseño siguió un enfoque de demostrada eficacia durante años de carreras de resistencia.
Aria Group, con sede en Irvine, California, se encargó de la creación de nuevos paneles compuestos. Para poder adaptar estos paneles al chasis, Courage trabajó en estrecha colaboración con el equipo de producción interno de Mazda North American Operations. Su acabado mate oscuro, con pinceladas rojas y naranjas, rememora los colores del legendario Mazda 787B que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1991. Con esta victoria, la empresa se convirtió en el primer y, hasta la fecha, único constructor japonés que ha ganado esta competición de resistencia.
Han colaborado muchos proveedores
El Furai se ha en equipo con empresas especializadas: Racing Beat, Mother’s Waxes and Polishes, Liferacing, AER, Brembo, Sachs, Eibach, Nippon Saint, Castrol, Kumho, BBS, Sparco Motor Sports, MoTeC…