El MX-5 tiene una misión principal: el disfrute de los ocupantes. Este original vehículo -que por fuera renueva sus paragolpes, faros, parrilla e incorpora llantas de 16 pulgadas en la versión Sport- sigue conservando, tras más de diez años en el mercado, su principal virtud: llamar la atención. Es un coche más para disfrutar en trayectos cortos que para emprender largos viajes. En el primer caso podremos -destapar- toda su esencia plegando la capota de accionamiento manual -no se contempla la eléctrica-. La operación es tan simple como soltar dos enganches. Con las ventanas subidas y el deflector de aire colocado -de serie en este acabado superior-,la comodidad es aceptable y la sensación de placer, máxima.
Por dentro y por fuera
Su interior exige algunos sacrificios
El espacio es ajustado -sobre todo en altura con la capota puesta-. Quien más disfrutará es el conductor, que empuña un volante Nardi de cuero, tiene unos mandos muy a mano -especialmente la palanca de cambios- y va bien informado a través de una atractiva instrumentación con fondo en blanco. Los asientos son deportivos y tapizados en cuero.
Cómo va
Tracción trasera, poco más de mil kilos de peso, 146 CV, seis velocidades.- y con la capota quitada. Desde luego no es lo habitual. Unos pocos metros sirven para comprobar que, efectivamente, es especial: la carrocería apenas balancea en las curvas, el cambio es muy agradable de manejar -con recorridos muy cortos-, la suspensión es dura y los frenos -de mayor tamaño en el nuevo modelo-, resultan muy efectivos, aunque haya que pisar a fondo el pedal para sentir toda su eficacia. Sobre asfalto seco -como cuando realizamos el contacto- y con sus anchos neumáticos -205/45 R16- el comportamiento es muy noble; hay que empeñarse a fondo para que deslice de atrás. En cuanto a la mecánica, da lo mejor de sí entre las 4.500 y las 7.000 vueltas. Gracias a la caja de seis velocidades es muy sencillo mantenerse entre esos regímenes.
Veredicto
Es un coche que, aunque hay que comprarlo con el corazón, es bastante racional. El precio, algo elevado.
Lo que otros no te cuentan
Atención con.- El MX-5 no es un coche para gente demasiado alta. Con la capota puesta nos sentiremos un poco encajonados y sin ella, notaremos que la parte superior del marco del parabrisas queda demasiado cerca y resta visibilidad.
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