Ahora, la marca japonesa nos presenta su versión más ligera y potente, aunque por desgracia sólo estará disponible para la competición. El Mazda MX-5 GT, desarrollado junto a Jota Sport, ya está listo para disputar el Campeonato Británico de Resistencia, donde tendrá que verse las caras junto a equipos a priori más competitivos, como Porsche o Aston Martin. Sea como sea, la versión más radical del MX-5 tiene argumentos más que suficientes para plantar batalla. Monta un motor de 2.0 litros y cuatro cilindros -hasta aquí nada reseñable-, pero capaz de desarrollar 275 CV, una potencia que se transmite mediante la caja de cambios secuencial de seis velocidades con levas en el volante. ¿El resultado? Una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 3 segundos y una velocidad punta de 257 km/h.
Pero el MX-5 GT no es sólo motor, sino que también ha tenido que modificar las suspensiones, el sistema de frenado, la rigidez… y el peso, reducido hasta unos escuetos 850 kg. En total, los responsables de poner a punto el coche han tenido que invertir más de 400 horas de trabajo. Ahora queda por determinar dos cosas: si es igual de fiable que el modelo de producción y si es capaz de plantar cara a deportivos con mucho más nombre.