Aunque en cuanto a estética sólo incorporará pequeños cambios en el frontal -nueva parrilla, paragolpes rediseñados y nueva entrada de aire más grande- lo realmente interesante del Mazda MX-5 2013 son sus innovaciones técnicas.
Entre ellas, destaca la implantación de un capó activo para proteger al peatón en caso de atropello: Dicho capó detecta el impacto y se eleva ya que, al subir, se crea una bolsa de aire entre el capó y el motor que amortigua el golpe. Por otro lado, Mazda ha modificado la respuesta del acelerador, y asegura que gracias a ello la aceleración del MX-5 será más progresiva. También se ha revisado el sistema de frenado, mejorando la transición entre frenada y aceleración, así como la gestión de ésta en curva. Los ajustes en la dirección y en la suspensión, de los que Mazda no ha querido dar más detalles, completan la renovación.
En su interior cambiarán los materiales, mientras que las posibles configuraciones se mantendrán: El techo podrá ser duro o de lona, y los motores disponibles seguirán siendo el 1.8 de 126 CV y el 2.0 de 160 CV, con transmisiones de cinco o seis marchas y una automática opcional de seis velocidades.
Con esta actualización, Mazda confía en animar las ventas del modelo actual para que, cuando la nueva generación llegue próximamente, ya se haya suscitado atención por el MX-5.
