Mazda CX-5 Sportive 2021: un acabado deportivo ¡que desafía al Audi Q3 S line!
El Mazda CX-5 es uno de los SUV con más personalidad del mercado y cada día se sitúa más cerca de sus rivales premium. Es el caso del acabado Sportive, que mezcla deportividad y elegancia a partes iguales.
El Mazda CX-5 se sitúa como uno de los SUV más recomendables de la categoría, y sobresale por su diseño, calidad de acabados y su magnífico tacto de conducción. Pero en la marca japonesa no se conforman con todos estos argumentos y estrenan un acabado deportivo para restar protagonismo a los rivales premium, como el Audi Q3 S line, BMW X1 M Sport o el Mercedes-Benz GLA AMG Line, sin olvidarse del DS7 Crossback Performance Line + que te presentamos recientemente.
El Mazda CX-5 Sportive ha iniciado su comercialización en determinados países europeos. Exteriormente se distingue por los detalles cromados, las llantas de aleación de 19″ en tonos oscuros, el pilar B y los retrovisores en color negro o la antena de techo en forma de aleta de tiburón. También ofrece los cristales oscurecidos, faros LED adaptativos ALH y una terminación especial para la parrilla frontal.
Por su parte, el interior recibe el equipo de audio BOSE con diez altavoces, instrumentación proyectada Head Up Display, navegador Mazda Connect con pantalla de 10,25″ y un tapizado de cuero negro con costuras rojas que se extiende por todo el habitáculo.
¿Peugeot 3008, Mitsubishi Eclipse Cross, Seat Ateca o Mazda CX-5?
Pero aquí no acaba todo, ya que el equipamiento de serie del Mazda CX-5 Sportive resulta abundante. En su dotación encontramos seis airbags, ESP con Hill Holder, alerta de tráfico cruzado, apertura y arranque sin llave, cámara 360º, climatizador bizona con salidas de aire traseras, control de ángulo muerto, detector de fatiga, faros y limpiaparabrisas automáticos, frenado autónomo de emergencia, iluminación interior LED, inserciones metalizadas, lector de señales de tráfico, portón trasero automático, regulador de velocidad adaptativo, retrovisores plegables eléctricamente y volante multifunción de cuero.
Sabemos que el Mazda CX-5 Sportive se puede vincular con el propulsor gasolina 2.0 SKYACTIV-G de 165 CV con tracción delantera y cambio manual o automático. Con el primero, acelera de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos, llega hasta 201 km/h y consume 6,8 litros/100 km.
Como tope de gama ofrece el 2.5 SKYACTIV-G de 194 CV, con tracción 2WD y cambio automático. En este caso, la aceleración de 0 a 100 km/h se efectúa en 8,9 segundos, alcanza 195 km/h y declara un gasto medio de 7,6 litros/100 km por el ciclo WLTP.
No descartaríamos la presencia de las versiones diésel o la tracción total algo más adelante. Mientras tanto, el Mazda CX-5 Sportive ya acepta pedidos en ciertos países de nuestro entorno.