McLaren, culpable

La FIA ha sancionado al equipo McLaren-Mercedes con una multa de nada menos que 100 millones de dólares -unos 72 millones de euros- y la pérdida de todos los puntos que llevaba conseguidos esta temporada en la clasificación de constructores, por considerarla culpable de espionaje a Ferrari. Sin embargo, nuestro compatriota Fernando Alonso y su […]


La FIA ha sancionado al equipo McLaren-Mercedes con una multa de nada menos que 100 millones de dólares -unos 72 millones de euros- y la pérdida de todos los puntos que llevaba conseguidos esta temporada en la clasificación de constructores, por considerarla culpable de espionaje a Ferrari.

Sin embargo, nuestro compatriota Fernando Alonso y su compañero de escudería Lewis Hamilton han quedado exonerados de sanción, por tanto, podrán seguir luchando por el título.

Los abogados y responsables de la escudería inglesa están estudiando la sentencia y todavía no han decidido si se presentarán una apelación a la citada sentencia.

El caso de espionaje mes a mes

Todo comenzó en septiembre de 2006, cuando Nigel Stepney -jefe de mecánicos de Ferrari-, recibió la mala noticia de que ese año no promocionaría en la escudería italiana a responsable en pista, ya que ese puesto se le adjudicó a Luca Baldisseri. Decepcionado con la decisión se tomó supuestamente ‘la revancha’ pasando información a Mike Coughlan -jefe de diseño de McLaren-.

Marzo de 2007
El 18 de ese mes, tras finalizar el Gran Premio de Australia -primera prueba del Mundial-, McLaren interpone una reclamación contra el ganador de la carrera, Kimi Raikkonen, de Ferrari, por presentar una irregularidad: el fondo del monoplaza no era plano sino flexible y lo argumenta presentando unos diseños de su funcionamiento.

Mayo
La mujer del ingeniero de McLaren Trudy Coughlan, acude a una tienda de fotocopias cercana a la fábrica de McLaren -en la localidad inglesa de Woking-, para escanear un informe de 780 páginas y adaptarlo a un formato informático que pudiese guardarse en un ordenador. Sin embargo, el empleado que recoge el trabajo es un gran aficionado a la fórmula 1 y se da cuenta de que puede ser un dosier secreto, por lo que se pone en comunicación con Ferrari.

Ese mismo mes, el día 9, Nigel Stepney y Mike Coughlam piden trabajo a Nick Fry, responsable de la escudería de Honda, pero lo más grave sucedía el día 18 –una semana antes del gran premio de Mónaco-, cuando la policía interroga a Stepney bajo la sospecha de sabotear los monoplazas de Ferrari, ya que se le incautaron unos pantalones con restos de un extraño polvo blanco en sus bolsillos que también fue encontrado cerca de los depósitos de combustible de los F1 italianos.

Julio
El día 2 la marca del ‘Cavallino Rampante’ despide a Stepney y un día después McLaren hace lo propio con Mike Coughlan, por recibir información de un ingeniero de la escudería rival; además, en su casa se descubre material confidencial del bólido de Ferrari que compite en la actualidad.

Pero hay más, el día 4, la firma italiana denuncia a Coughlan ante la Corte Suprema de Londres y la Federación Internacional de Automovilismo –FIA- abre una investigación. Por otro lado, McLaren asegura que sus monoplazas no han incorporado ninguna mejora que pueda ser propiedad intelectual de Ferrari y, también, el día 6, Honda se desmarca de la situación, reconociendo que Nigel Stepney y Mike Coughlan se ofrecieron para trabajar en su escudería, pero que no desvelaron ningún tipo de documentación de Ferrari, por lo que no deben ser implicados en este caso de espionaje.

Sin embargo, el día 12 de julio, la FIA convoca para el día 26 de ese mes al Consejo Mundial con la intención de tomar declaración a los representantes de McLaren. La firma inglesa trató el día 16 de desvincularse de las sospechas asegurando que la documentación por la que se abrió la investigación sólo estuvo en poder de Mike Coughlan y que nadie más en la escudería supo de su existencia antes de que abriese el proceso legal, por lo que el día 26, el Consejo Mundial de la FIA, decide no sancionar a McLaren. Eso sí, advierte que sí se había cometido una acción antideportiva y que les suspenderá si se demuestra más adelante que ha utilizado ese informe confidencial en su beneficio.

Esta resolución del Consejo Mundial fue recurrida el día 31 por el mismo presidente de la FIA -Max Mosley-, ante el Tribunal de Apelación de ese organismo, tras la petición escrita del presidente de la Federación Italiana de Automovilismo -Luigi Macaluso-.

Agosto
Para atender este recurso, el día 7, la FIA convoca un pleno del Tribunal de Apelación para el 13 de septiembre. A esta iniciativa se une el hecho de que Max Mosley envía un escrito a todos equipos del Mundial de F1 y a los tres pilotos de McLaren -Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Pedro Martínez de la Rosa-, en la que se les pide su colaboración, se exige que faciliten pruebas, y donde se les exime de una sanción si ayudan en el proceso.

Septiembre
El día 5, la FIA cancela la vista del tribunal de apelación prevista para el 13 de septiembre pero la sustituye por una nueva reunión del Consejo Mundial, puesto que cuenta con nuevas pruebas del caso –supuestos correos electrónicos entre Fernando Alonso y Pedro Martínez de la Rosa-.

Desde que se supo que la FIA poseía esos mails se han realizado todo tipo de especulaciones sobre la marcha de Fernando Alonso de la escudería McLaren, de la presunta inculpación del piloto español a la escudería inglesa e, incluso, se ha llegado a publicar la posible retirada del piloto español. Todas estas informaciones han sido desmentidas por el asturiano que afirma que sólo está centrado en su trabajo y en obtener su tercer campeonato consecutivo.

Sin embargo, Fernando Alonso dio una lección de profesionalidad logrando la pole position y un día después la victoria en Monza, el mítico circuito italiano donde jamás había logrado vencer.

Por otro lado, el día 10, McLaren acusa a la justicia italiana de interferir en el campeonato al intentar alterar la sesión de clasificación con la visita de la policía justo antes de el inicio de la sesión, en la que no fueron acusados formalmente de ningún delito.

También, se especula con que Ron Dennis –máximo responsable de McLaren- está preparando informes para acusar a otras escuderías como Renault o Ferrari de haber hecho trampas en el pasado. Una estrategia de ‘guerra total’ quizá para provocar que la FIA ‘corra un tupido velo’ en todo este asunto y proclame una amnistía general que evitase el descrédito de una competición y de unos equipos tan emblemáticos.

En otro orden de cosas, el diario Marca ha publicado que McLaren conoce lo que han informado sus pilotos Alonso y De la Rosa a la FIA y que están de acuerdo con ellos «Ni espías ni chivatos. Fernando y Pedro no han inculpado al equipo y el equipo lo sabe. Sólo son dos testigos más y como tal actúan”.

Marca sostiene que Fernando no ha inculpado ni acusado a su equipo, como han publicado otros medios, dañando la imagen tanto de Alonso como De la Rosa en nuestro país y en medios internacionales. «Yo no he acusado a mi equipo, sólo he contestado a la FIA con honestidad. Es estúpido pensar que he respondido a la FIA para dañar a mi equipo. Me dañaría a mí mismo, que estoy luchando por el campeonato», señalaba muy enfadado el asturiano a la «Gazzetta dello Sport» antes de la carrera de Monza.

Día 12. La Federación Internacional de Automovilismo –FIA- corrobora que la escudería inglesa ha denunciado al equipo Renault por utilizar en sus monoplazas elementos prohibidos, aunque no se tendrá en cuenta en la vista de mañana sino que se tratará más adelante. Según el diario Marca Flavio Briatore, director de la escudería Renault se ha apresurado a desmentir su implicación “hay nada que temer, estamos tranquilos. Creo que Dennis está tirando piedras por ahí sin saber adonde. A nosotros no nos pasará nada”.

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