Pero las cuatro unidades del Mercedes A38 AMG que se ensamblaron en 1998 -dos son propiedad de los ex-pilotos de F1 Coulthard y Hakkinen- eran tan demoledoras como una bala de cañón.
El A38 AMG montaba dos motores 1.9 de gasolina -uno en la ubicación delantera convencional, y otro en la parte trasera-, y gracias a los 250 CV que producían cuando unían sus fuerzas, aceleraba de 0 a 100 en 5,9 seg., alcanzaba los 250 km/h y contaba con tracción total. Ya era hora de que el A38 tuviera un sucesor que viera la luz.
Basta ver los Mercedes más deportivos para saber que Ola Källenius, máximo responsable de AMG, es un tipo que sabe cómo ganarse el sueldo.
Cuando recibió el encargo de desarrollar un Clase A ‘ultra deportivo’ reunió a su equipo, expuso la misión y les exigió que el A25 AMG fuera más potente que cualquier otro compacto… entendiendo por ‘otros compactos’ al Audi RS3 y el BMW Serie 1 M.
Por suerte, los tipos de la High Performance Divison de AMG también saben ganarse el sueldo.
La historia del propulsor del A25 AMG es rocambolesca. A principios del pasado año, Mercedes trabajaba en la mecánica 1.6 turbo de cuatro cilindros con la que competiría en la F1 a partir de 2014.
Sin embargo, en medio del desarrollo, y en gran medida debido a la presión de la propia Mercedes -y de Ferrari-, la normativa se modificó, pasando a ser la arquitectura elegida un V6.
Así que AMG tenía un cuatro cilindros de competición a medio desarrollar y la necesidad de hacer un AMG de calle de cuatro cilindros. Lo pillas, ¿no? ¿El resultado? Con 350 CV y un régimen de giro superior a 8.000 rpm se convertirá en uno de los cuatro cilindros más poderosos de la historia. En cuanto al cambio, será automático de doble embrague con siete velocidades -cambiará de marcha en sólo 100 milisegundos- y contará con un modo efficiency que le permitirá ahorrar combustible. Respecto al chasis, Källenius ha asegurado que «recurrirán a la tracción total». Además, ha afirmado que el A25 AMG «tiene una estrella en el capó, lo que significa que debe ser utilizable a diario». ¿El resultado? Pese a tener menos cilindros que sus rivales, el Clase A AMG será más rápido en línea recta: alcanzará los 100 km/h en menos de 4,5 segundos y llegará a los 250 km/h. La segunda exigencia de Källenius era que el Clase A asustara más que un Audi RS3 o un BMW Serie 1 M. Para ello, respecto a un Clase A convencional, se ensancharán las vías unos 20 mm y se rebajará la altura de su carrocería en 15 mm. Además, se incluirán unas voluminosas tomas de aire frontales, un splitter delantero y unos retrovisores de fibra de carbono, una cuádruple salida de escape, llantas de 20″… |