Mercedes-AMG ha acudido al Salón de Los Ángeles con su artillería pesada. La marca alemana ha aprovechado la cita americana para presentar las novedades de la gama GT, que se actualiza con ligeros retoques estéticos, pequeños cambios en la puesta a punto y más equipamiento. Junto a las modificaciones que afectan a todas las versiones, ha visto la luz una edición especial basada en la variante más radical de la familia, el AMG GT R, que adopta el apellido PRO para ir un paso más allá.
La experiencia acumulada en las categorías GT3 y GT4 de competición ha servido para desarrollar este modelo, que cuenta con una aerodinámica más radical que sigue incluyendo piezas activas, una puesta a punto específica y materiales más ligeros que le permiten ahorrar peso. Gracias a ello, se puede decir que es un coche de carreras homologado para circular por la calle, de hecho, en su interior incorpora una jaula de seguridad, extintores y bacquets con estructura de fibra de carbono y arneses de seguridad; todos estos elementos forman parte del paquete Track y no están disponibles en algunos mercados, como el norteamericano y el chino, pero sí en Europa.
Más rápido en Nürburgring
Bajo su largo capó se esconde el mismo motor V8 del AMG GT R. La marca de la estrella no ha considerado necesario realizar cambios en el bloque biturbo de 4.0 litros, por lo que sigue desarrollando 585 CV y 700 Nm de par, siempre asociado a una caja de cambios automática de doble embrague con siete velocidades y a la tracción trasera. Tampoco mejoran sus prestaciones, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanza 318 km/h de velocidad máxima, si bien tiene un paso por curva más rápido y, de esta forma, ha sido capaz de dar una vuelta al circuito Nürburgring en 7:04 minutos.
