El Mercedes-Benz Clase B Electric Drive, un monovolumen con un sistema de propulsión totalmente eléctrico que la firma de la estrella lazó hace aproximadamente cuatro años para evaluar la aceptación de este tipo de vehículos, ha resultado ser un completo fracaso comercial.
Debido a un número de matriculaciones que durante estos cuatro cursos ha superado por muy poco las 3.500 unidades en todo el mundo -en concreto, 3.651 ejemplares-, Mercedes-Benz ha decidido retirarlo del mercado para utilizar su fábrica para otros menesteres relacionados con vehículos eléctricos.
Así las cosas, la planta encargada de construir esta versión, la cual está ubicada en la población de Rastatt, Alemania, dedicará sus esfuerzos a la nueva división de coches con motor eléctrico de Mercedes-Benz, llamada Mercedes-EQ. Según Rob Moran, el portavoz de la marca en Estados Unidos, este cambio será efectivo durante el tercer trimestre de este mismo año, lo que significa que el cese de la comercialización del Mercedes-Benz Clase B Electric Drive será inminente.
«Debido a nuestro nuevo enfoque estratégico en la conectividad, en la conducción autónoma y en la energía eléctrica para la movilidad del futuro, estamos evaluando la producción de una nueva serie de vehículos eléctricos en todas nuestras instalaciones de cara a los próximos años», afirmó Moran en una reciente entrevista.
Lo cierto es que, a día de hoy, parece realmente improbable que este modelo de Mercedes-Benz pueda hacer frente a otras alternativas de la competencia. Las principales razones para ello, y que seguro han tenido un peso importante en esta decisión, son una autonomía eléctrica de tan solo unos 200 km y un precio que ronda los 43.000 euros en nuestro país.
