Pasado y futuro se unen en el nuevo prototipo presentado por Mercedes-Benz en Pebble Beach. Bautizado como Vision EQ Silver Arrow, por un lado hace referencia al modelo de competición W125 de 1937 con el que Rudolf Caracacciola consiguió alcanzar los 432,7 km/h, mientras que por otro incorpora todo un arsenal tecnológico encabezado por la serie eléctrica EQ, amén de otras soluciones vanguardistas.
Con el eslogan ‘Sensual Purity’, Mercedes-Benz ha empleado todo su saber hacer para que el diseño del Vision EQ Silver Arrow no deje indiferente a nadie. El resultado es un coche prácticamente de carreras para la calle de 5,30 metros de longitud y un metro de altura, medidas más acordes a un monoplaza de competición. Dentro de su agresivo diseño, destaca el gran uso de la fibra de carbono, su enorme difusor o sus dos ‘splitters’ traseros que hacen las veces de frenos aerodinámicos. Unas llantas de nada menos que 128 radios, enfundadas en unos neumáticos slick firmados por Pirelli, completan el conjunto.
Un único propulsor eléctrico de 750 CV
Bajo el capó —si es que tiene—, hay alojado un potente propulsor 100% eléctrico que genera una potencia máxima de 750 CV. Una batería plana de 80 kW alimenta al motor eléctrico, que cuenta con una autonomía de 400 km según el nuevo ciclo de homologación WLTP. Esta batería va a tener que hacer frente a un gran desempeño, por lo que Mercedes-Benz ha dotado al Vision EQ Silver Arrow con tomas de aire laterales para refrigerarla.
Un habitáculo de lo más vanguardista
El interior del Vision EQ Silver Arrow va a agrupar diversas soluciones tecnológicas de lo más innovadoras pero siempre reflejando ese toque antiguo, que en este caso hace referencia al W125. Por ejemplo en la elección de la tapicería con acabado marrón en asiento, paredes laterales y volante.
El elemento futurista lo aportan la enorme pantalla panorámica alojada tras el volante, la cual nos va a permitir ‘jugar y competir’ contra otras Fechas de Plata en un trazado virtual y que sirve para cargar la batería mediante inducción. No podemos obviar el diseño del asiento, con calefacción Airscarf o los pedales de marcado corte minimalista, totalmente regulables.
El volante también hará uso de una pantalla táctil multifunción donde se podrá elegir los modos de conducción y, entre otras cosas, el sonido que este coche eléctrico puede emular: el de un Fórmula 1 actual, o bien el de un ronco Mercedes-AMG V8.