Mercedes A45 AMG Edition 1

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso
Con 360 CV bajo su capó, el nuevo A45 AMG se posiciona como el compacto más rápido y potente del mercado. Pero, eso no es lo único que Mercedes ha modificado en su clase a para convertirlo en merecedor de portar el apellido AMG...


Según Mercedes, el A45 AMG es un paso adelante en el proceso de expansión de la gama AMG, que pretende llegar a los 30 modelos. Sin embargo, diría que representa mucho más, ya que, aparte de tratarse del primer deportivo de este preparador con propulsor de cuatro cilindros, inaugura un nuevo capítulo en los 45 años de historia de AMG: desde ahora, acceder a una de estas variantes resulta mucho más económico y, por primera vez, el gasto de combustible no será un problema: el A 45 registra un consumo medio oficial de sólo 6,9 l/100 km.

Es el primer AMG con motor de cuatro cilindros, pero… ¡qué motor!

No obstante, es normal que, cada vez que escucho las siglas AMG, me siga viniendo a la mente una lujosa berlina de multitud de caballos y motor V8 haciendo derrapar sus ruedas traseras y dejando tras ellas una enorme nube de humo blanco. Si observas las fotografías y, además, añado que este compacto es de tracción total, caerás en la cuenta de que esta vez no será así. Pero eso no significa que la experiencia al volante vaya a ser menos trepidante…

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Un ‘extraño’ dentro de la casa AMG

Cuando Mercedes decidió que el nuevo Clase A sería un compacto de tracción delantera, fue inevitable pensar que eso supondría un obstáculo para las sensaciones deportivas que la futura versión AMG debería ofrecer. Pero, en Mercedes están tan seguros de que conserva intacto el ‘ADN AMG’, que vamos a pilotarlo en el circuito alemán de Bilster Berg. Este trazado cuenta con unos desniveles tan brutales, que más vale que conduzcas un coche ágil y que dispongas de un buen puñado de caballos bajo el capó si no quieres aburrirte soberanamente.

El A45 AMG debe su denominación al 45 aniversario de AMG. Su motor es un 2.0 turbo instalado en posición transversal que, con la ayuda de un turbo de tipo twin-scroll, desarrolla 360 CV –es decir, unos destacables 181 CV/litro– y 450 Nm de par. En condiciones normales, la totalidad del par se transmite a las ruedas delanteras, pero un embrague multidisco es capaz de enviar hasta el 50% al eje trasero si es necesario. Además, cuenta con una función launch control –denominada Race Start y que ‘trabaja’ satisfactoriamente– con la que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,6 segundos. Sobre el papel pinta bien, pero veamos cómo traslada todo eso al inmaculado asfalto de la pista de Bilster Berg…

Llegó la hora de honrar el nombre de AMG

Hasta el circuito, he llegado conduciendo un A45 AMG ‘a secas’… por autopista y por una carretera con bastante tráfico, de forma que, de momento, sólo he podido cerciorarme de dos cosas: que los amortiguadores de serie –que no son adaptativos ni en opción– son duros –hay una suspensión aún más firme por 1.079e, pero no es aconsejable– y que este modelo corre mucho en línea recta. No obstante, para poder percibir las verdaderas cualidades dinámicas de este vehículo, Mercedes nos ‘ha dejado’, otro A45 AMG en el pit lane de Bilster Berg aunque, en esta ocasión, equipado con el paquete Edition 1 –cuesta 8.816e–, que incluye semi-baquets Recaro, un kit de carrocería específico, llantas de 19″, pinzas de freno de color rojo…

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Abrir la puerta, y sentarte dentro, te traslada a una atmósfera emocionante, no sólo por los rígidos asientos, sino también por el volante forrado en Alcántara o la fibra de carbono del cuadro de mandos. Las sensaciones que obtuvimos en carretera abierta se repiten aquí: el A45 AMG exhibe unas prestaciones acordes a sus 360 CV. Ofrece su par máximo desde sólo 2.250 rpm y eso le aporta un medio régimen muy bueno, pero lo mejor es que, entre las 5.000 y 6.000 rpm, se muestra feroz. Además, resulta excitante escuchar los petardeos que emite el escape deportivo –719e–. Hay un leve retraso en la respuesta del acelerador, pero no se debe al turbo, sino a la caja de cambio automática Speedshift DCT 7, que no está a la altura del brillante motor a pesar de que ha sido retocada por AMG. Resulta rápida y decidida al subir de marcha, pero se muestra algo ‘reacia’ a reducir cuando el régimen de revoluciones del propulsor desciende de la zona óptima de entrega de potencia: al acercarte al vértice de una curva, si necesitas que la caja reduzca una marcha para salir del giro acelerando con fuerza, acaba haciéndolo… pero un poco tarde. Es algo frustrante aunque, por fortuna, si seleccionas el modo Sport o Manual de la caja, el ‘fallo’ se mitiga bastante. Eso sí, en la posición Comfort funciona de forma muy suave para el día a día, pero el mencionado retraso en el momento de trasladar la potencia a las ruedas es molesto, por ejemplo, al incorporarte a una rotonda.

No hay un enorme motor V8 bajo el capó, y las ruedas traseras no dejan una escandalosa estela de humo cuando aceleras, pero decir que este coche no es un verdadero AMG… sería subestimarlo

Respecto al chasis, el A45 AMG ‘fluye’ sobre las continuas subidas y bajadas de la pista como si pesara bastante menos de 1.555 kg, a lo cual ayuda la rápida e ‘incisiva’ dirección paramétrica –con 2,5 vueltas entre topes–, que dirige al Mercedes justo por donde el conductor le señala. En curvas lentas se comporta como un coche de tracción delantera –desliza con el eje anterior– pero, en las rápidas, el embrague Haldex envía par al eje trasero de forma más evidente, y permite un paso por curva francamente rápido. Por otra parte, el ESP se ha puesto a punto de forma específica y cuenta con tres modos: encendido, desconectado y Sport Handling. Este último retrasa su intervención y da más protagonismo al eje posterior, enviándole más cantidad de par motor. Por otro lado, cabe destacar que, aunque el ESP tenga una función de desconexión, no es totalmente desconectable; si lo tienes apagado y tocas el freno en una curva cuando el vehículo no está plenamente estabilizado, el coche interpreta que hay peligro de perder el control y el ESP ‘despierta’ y entra en acción. Cuando sucede resulta frustrante, porque te queda la sensación de que no era necesario que interviniera, ya que, en realidad, la estabilidad del A 45 es sobresaliente. Por fortuna, esto ocurre sólo si frenas, y no en fase de aceleración, por lo que incluso es posible ‘dibujar’ alguna que otra derrapada con el eje trasero.

Además, el A45 cuenta con la función Curve Dynamic Assist. Este sistema funciona en cualquiera de los tres modos del ESP, y su función es frenar ligeramente las ruedas interiores a la curva para lograr la mejor trazada. Funciona bastante bien, ya que neutraliza el subviraje del coche de forma suave y eficaz: si éste se produce, puedes corregir la trayectoria dosificando el pedal del acelerador y salir del giro ‘dando gas’ a fondo con la absoluta confianza de que los neumáticos Dunlop SP Sport Maxx GT no flaquearán. Por último, el equipo de frenos cuenta con discos perforados en ambos ejes y pinzas monobloque de cuatro pistones en el tren delantero. Ofrecen una gran potencia y un buen tacto y, en el circuito, mostraron una notable resistencia para tratarse de un coche de calle.

La conclusión principal tras esta prueba es que el A45 AMG corre mucho. De hecho, no existe en la actualidad un compacto más prestacional. Es una lástima que la caja de cambio empañe el conjunto, porque este A45 resulta más emocionante que un Audi S3 y no se queda muy lejos de un BMW M135i. Es cierto que sale 5.000€ más caro que un M135i xDrive y casi 10.000€ más costoso que un Audi S3 Sportback –ambos en sus versiones automáticas–, pero este Mercedes es el más rápido e incluye un equipamiento de serie al que sólo se ‘acerca’ el S3: incorpora faros bixenón, sistema de advertencia de colisión, sensor de fatiga del conductor…

Técnica

Como un AMG más

El A45 AMG adapta un motor 2.0 tetracilíndrico –su denominación es M133–, que se fabrica a mano en una línea de montaje específica en la planta alemana de Kölleda. Parte del propulsor del A 250 –comparten el bloque de aluminio– y emplea cigüeñal y pistones forjados, inyectores piezoeléctricos de mayor caudal, un intercooler de dimensiones superiores, un turbo más grande –capaz de generar 1,8 bares de presión–… Además, al tratarse de un turbo de tipo twin-scroll, logra que el retraso en la respuesta del acelerador sea mínimo. La compresión del propulsor es de 8,6:1 y llega a 6.700 rpm. Su peso es de 148 kg.

Mercedes  A 45 AMG Edition 1

Motor: Gasolina 2.0 turbo, 360 CV a 6.000 rpm y 450 Nm entre 2.250 y 5.000 rpm.Transmisión: Caja de cambio aut. AMG Speedshift DCT 7 de siete velocidades, tracción total. Prestaciones: 0 a 100 km/h en 4,6 seg.; vel. máx. de 250 km/h. Peso: 1.555 kg. Precio: 54.750€ –63.566€ con paquete Edition 1–.
Valoración ????

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LO MEJOR Y LO PEOR
+ Prestaciones del motor
– Respuesta de la caja de cambio

 

Mercedes-Benz Clase A