Mercedes CLS 500 (2004)

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¿El resultado? Un estilo visual -chocante-… compensado con un habitáculo muy amplio. Ahora, la -tradicional- firma Mercedes también nos aporta su visión -completamente diferente- de cómo puede ser una berlina… con rasgos de coupé. El resultado es el esperado, es decir, diametralmente opuesto al del Vel Satis: por un lado, la estética del CLS es impresionante -por formas, equilibrio, proporciones…- pero, por otro, se ha sacrificado en cierta forma el espacio interior.

Centrándonos en el Mercedes, no hace falta decir que un modelo de 74.000e tiene que ser un muy buen coche; pero, ¿tiene sentido en la gama… cuando existe un Clase E -modelo del que deriva y con el que comparte multitud de elementos mecánicos-? La respuesta es sí, siempre que nuestro primer factor de compra sea el diseño.

Por dentro

Las plazas delanteras, dotadas de asientos forrados de cuero y con ajustes eléctricos de serie, son muy cómodas; en el caso del conductor, la postura al volante es muy buena. La forma coupé de la carrocería hace que la visibilidad sea mala: hacia delante es difícil ver dónde acaba el -morro- y, hacia atrás, la cosa no es mejor. ¿Solución? Adquirir el control de aparcamiento -cuesta 909 –. Los espejos laterales están mal ubicados y en las intersecciones restan visibilidad cuando pretendemos mirar si viene alguien por los lados. La reducida sonoridad y el magnífico trabajo de la suspensión logran un confort destacable.

Los asientos calefactables -de serie- se accionan desde un botón en el interior de la puerta. Los asientos dinámicos -asientos que para ofrecer una mayor sujeción se desplazan automáticamente dependiendo del tipo de conducción- son opcionales. La consola central exige acostumbrarse: agrupa muchas funciones.

Los reglajes eléctricos de los asientos son de serie y se regulan desde la puerta. Es fácil dejarse cosas en la red debajo de la guantera, a la izquierda del acompañante… que pueden ver con facilidad -los cacos-. El equipamiento del CLS 500 incluye un climatizador de cuatro zonas, aunque los mandos de las plazas traseras están algo alejados.

La calidad interior es muy buena. El salpicadero del CLS está perfectamente acabado, tanto por el tipo de material empleado como por el ajuste de los diferentes bloques que lo componen. La insonorización interior es muy buena, y apenas se perciben vibraciones ni ruidos -sólo se escucha ligeramente el sonido del motor V8-. Tanto la tapicería de cuero como las inserciones de madera forman parte del equipamiento de serie. Los mandos están bien agrupados y diferenciados, aunque son muy numerosos.

Cómo va

Puedes tener el confort de una limousina… o la agilidad de un deportivo. En marcha, el CLS muestra dos caras. La suspensión neumática puede regular su dureza en tres posiciones: Confort -es la más -blanda-; la comodidad es máxima, aunque el coche es menos eficaz-, Sport -la más equilibrada; con ella, el CLS tiene la agilidad de un modelo más pequeño- y Sport 2 -la más dura, pero no la más recomendable-. El V8 de 306 CV es muy contundente desde bajas rpm, aunque ofrece lo mejor de sí a partir de 5.000 rpm. El cambio automático-secuencial es suave y rápido, pero los mandos del volante para manejarlo a mano están alejados. Los frenos son potentes… aunque con una resistencia condicionada por los 1.810 kg que pesa el coche. La dirección con asistencia variable es perfecta para ir rápido.

Veredicto

El CLS es interesante para quien busque una berlina de lujo pero con un cierto aire deportivo. Su diseño es, sin duda, lo mejor; si eso te parece lo primordial… adelante.

Ficha técnica y gama

MERCEDES CLS 500.
Motor	Gasolina, ocho cilindros en V	Tamaño	491 x 187 x 139 cm
Cilindrada	4.966 cc	Consumo	11,3 l/100 km
Potencia	306 CV a 5.600 rpm	Peso	1.810 kg
Tracción	A las ruedas traseras.	Maletero	495 litros.
Cambio	Automática -secuencial- de siete velocidades.	Velocidad máxima	250 km/h.
Par	46,9 Kgm (460 Nm) a 5.600 rpm.	Frenos del/tras	Discos ventilados.
Depósito combustible	89 litros.	Neumáticos	245/40 R 18
Nº plazas	5	Acel. 0-100 km/h	6,1 seg.
De serie (CLS 500)	Ocho airbags, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando a distancia, dirección asistida, ABS, controles de tracción y de estabilidad, asistente de frenada, climatizador para cuatro zonas, tapicería de cuero, suspensión neumática, llantas de 18 pulgadas…	Algunas opciones	Navegador (3.033 -), control de presión de neumáticos (730).

LA GAMA.
350 V6	272 CV	Desde 60.300 –
500 V8	306 CV	Desde 74.000 –

Lo que otros no te cuentan

¿Por qué comprarlo? Por su estilo -distinto-, el motor y la elevada comodidad en marcha.

¿Y el CLS 350? Sólo tiene cuatro plazas, una mala visibilidad… y es más caro que un Clase E. Es la versión más asequible del CLS… y la más equilibrada. Con 272 CV, alcanza 250 km/h, acelera de 0 a 100 en 7,0 segundos tiene un consumo medio de 10,1 l/100 km… y cuesta 13.700 – menos que el CLS 500. Además, el motor 3.5 -que estrenó el SLK en primavera- es más moderno que el del 500, y también se beneficia de la caja de cambios automática 7G-TRONIC..

¿Qué tiene de bueno y de malo ser una berlina coupé? Para responder, comparamos qué aporta y pierde el CLS respecto a un Mercedes Clase E.
In: Tiene un diseño exterior más deportivo y también más estilizado que el de su hermano -convencional-. Su reducida altura le permite ofrecer una mejor aerodinámica: esto reduce algo el consumo.
Out: La altura en las plazas traseras es más limitada que en un Clase E -quien mida más de 1,80 m de alto llevará la cabeza muy pegada al techo-. Además, la visibilidad es reducida.

¿Cumple Mercedes lo anunciado? Por ahora, no del todo. Cuando Mercedes presentó, en 2003, el Vision CLS -prototipo que adelantaba cómo sería el CLS definitivo- mostró un modelo que equipaba un motor turbodiesel de 260 CV. Sin embargo, Mercedes asegura por ahora que, a corto plazo, no está prevista la llegada de una versión diesel para este modelo. Otro detalle del Vision que, de momento, no ha visto la luz es el techo de cristal completamente panorámico -sólo se ofrece uno corredizo en opción por 1.400 -. En cualquier caso, el resto del prototipo sí que es prácticamente idéntico al del modelo que se pone a la venta estos días.

¿Y de maletero? Ofrece una buena capacidad… aunque es 35 litros inferior a la de un Clase E. Eso sí, sus formas son regulares y aprovechables… pero no ofrece la posibilidad de abatir los asientos traseros para aumentar su tamaño. Lo que sí destaca es la facilidad de carga, pues la boca queda muy baja. Por otra parte, el portón se cierra eléctricamente, pulsando un botón.

Detrás: Para dos… y no muy altos. El CLS ofrece una habitabilidad posterior condicionada por la reducida altura y la forma descendente de la carrocería del coche; es decir, los que midan más de 1,8 m de alto se rozarán con el techo. Además, aunque la anchura total es buena, Mercedes ha homologado las plazas traseras de este vehículo para dos pasajeros, que van separados por una consola central. En cuanto al espacio para las piernas, resulta más que bueno, aunque inferior al de un Clase E.

Depreciación. Los Mercedes gozan de una depreciación buena pero, además, en el caso de las versiones más potentes de gasolina de sus productos más caros -como puede ser el Clase E, del que deriva este modelo- se obtiene un valor de reventa muy bueno. El CLS lo tendrá.

Fiabilidad. Su motor está más que probado y es fiable. Pero no hay que olvidar que la mayoría de los fallos actuales son electrónicos… y el CLS está repleto de estos elementos. Además, hay antecedentes de este tipo en Mercedes -sin ir más lejos, en el propio Clase E-.

Mantenimiento. Tanto la mano de obra como los recambios de Mercedes tienen un coste por encima de la media. La primera revisión -incluye un cambio de aceite y filtro-, tiene un coste aproximado de 300 -, lo que supone unos 100e más que una marca generalista.