Parece ser que Madrid no es la única ciudad europea que está sufriendo en este invierno los efectos de la contaminación y tampoco ha sido la única en tomar decisiones sobre el tráfico para intentar reducir los niveles de polución. Sin embargo, las medidas adoptadas por el Ayuntamiento madrileño se quedan cortas si lo comparamos con lo que ha ocurrido en Milán.
En Milán no se andan con chiquitas y tras cien días de intensa contaminación, han decidido cortar el tráfico de forma radical. De esta forma, a partir del próximo lunes 4 de enero, ningún vehículo podrá circular por las calles de la ciudad.
Si consigue limpiar el aire, se levantará la prohibición y, desde ese momento, los vehículos de transporte público podrán superar el límite de velocidad de 30 km/h que se les ha impuesto.
