
Su carrocería es totalmente abierta y no tiene ninguna puerta. Es probable que, si alguna vez pasa a la producción, tenga cinco puertas y abandone ligeramente el aspecto de buggie del Beachcomber. Aunque, seguramente, Mini quiera resucitar el espíritu del Moke, un vehículo sin techo creado por Mini en 1964 que tampoco tenía puertas, y nos sorprenda en el futuro con un 4×4 muy parecido al de las fotos.
El Beachcomber, al igual que el encantador carrito de golf que era el Moke, posee un techo de lona que puede ser montado -instantáneamente- según Mini. Aunque no tenga techo, sí disfruta de pilares A y C para dar rigidez al resto del vehículo. La rueda de repuesto va alojada en una estructura de plástico y es extraíble. Las llantas son de 17 pulgadas y los neumáticos aptos para el todo terreno.
No hay imágenes claras del interior pero se aprecia la existencia de un túnel central que recorre el habitáculo longitudinalmente. En él, se han colocado entradas de audio para el Ipod y tomas de corriente para enchufar móviles, facilitando el acceso individual de los cuatro usuarios. Los asientos tienen aspecto deportivo y la mayoría de la instrumentación está situada en el clásico -globo- central Mini. Si Mini decide fabricarlo, es presumible que su mercado principal sea América y el sur de Europa.