
Novedades
Mini John Cooper Works
Fco. Javier Martínez
20 de enero de 2009
Mini
presentará el próximo mes de marzo en el Salón de Ginebra esta nueva
versión del Clubman, con menor potencia y un precio más contenido.
Casi 50 años
Las raíces que comparten los nombres MINI y John Cooper Works se
remontan hasta hace casi 50 años. Ahora se ha abierto un nuevo capítulo
de su historia de éxitos. En la marca MINI, la gama completa diseñada
para los conductores con ambiciones especialmente deportivas llevará la
marca John Cooper Works. Consecuentemente, John Cooper Works será en el
futuro una parte integral de la marca MINI y representará más que nunca
el epítome del mayor placer de conducir para todos los entusiastas de
MINI.
Nuevo logo
Un signo visible de este reposicionamiento es el nuevo diseño del
logotipo de la marca, que llevarán todos los futuros productos John
Cooper Works. Es la garantía de la excepcional experiencia en
competición. Todos los componentes John Cooper Works están
perfectamente adaptados a MINI, cumplen los altos estándares de BMW
Group en términos de fiabilidad, mano de obra y autenticidad y por
tanto están sujetos a las condiciones de la garantía aplicable a los
MINI.
MINI y John Cooper Works: una alianza con tradición
Este nuevo planteamiento refuerza aún más la alianza entre los
valores de la marca MINI y la tradición en competición. Está basado en
la versión revisada de los acuerdos de 2007 entre las marcas
registradas MINI y John Cooper Garages, que ha estado intensamente
involucrada en la preparación de modelos MINI desde el relanzamiento de
la marca MINI. El director ejecutivo Mike Cooper continuará siendo el
enlace de conexión entre las dos compañías, para garantizar a largo
plazo la transferencia de la pasión por la competición y las
sensaciones MINI.
Tradición familiar
De esta forma, Mike está siguiendo los pasos de su padre. El
legendario ingeniero de diseño de Fórmula 1 John Cooper introdujo su
primera versión preparada de Mini ya en 1961. El Mini Cooper había
nacido. Sólo dos años antes, un pequeño coche creado por Alec Issigonis
había revolucionado la conducción cotidiana. Ahora John Cooper había
provisto a los aficionados a la competición con un vehículo que estaba
creando nuevos estándares en agilidad y placer de conducción. En las
siguientes décadas el nombre de Cooper se convirtió en el sinónimo
mundial del máximo placer de conducir un Mini. El hecho de que fuera
este nuevo tipo de coche compacto el que inspirara al bicampeón mundial
de Fórmula 1 para construir extraordinarios deportivos, fue una prueba
convincente de las aptitudes del Mini. La extraordinaria experiencia
asociada a Mini fascinó tanto a Cooper que se vio inspirado para
mejorarla hasta la perfección, algo que entusiasma a todos los
aficionados a los coches deportivos hasta la fecha.
Motores potenciados
Hoy en día, la marca John Cooper Works es sinónimo de equipos y
accesorios opcionales, prototipos y producciones de pequeñas series que
proporcionan a los entusiastas de MINI la oportunidad de vivir su
pasión por la competición. Equipado con el kit de preparación John
Cooper Works, el MINI Cooper S se convierte en un potente vehículo que
no teme compararse con deportivos de gran reputación. Este kit de
preparación incluye un filtro de aire deportivo, silenciador deportivo
y modificaciones en la electrónica del motor, que conllevan un aumento
de la potencia hasta 141 kW / 192 CV y proporcionan una diferenciación
tanto visual como acústica.
Muchos rácing accesorios donde elegir
Los elementos más destacados de la gama de accesorios John Cooper
Works son un conjunto de elementos aerodinámicos, suspensión deportiva
con muelles lacados en rojo, una gran selección de llantas y un sistema
de frenos de altas prestaciones con discos perforados. También hay
disponible una barra de refuerzo para el compartimento del motor,
carcasas de los retrovisores acabadas en carbono y las molduras de los
intermitentes laterales – más conocidas como escotillas laterales – con
un deportivo diseño de rejilla. La lista de elementos para proporcionar
un ambiente de competición al interior incluye molduras interiores,
palanca de freno de mano y pomo de la palanca del cambio con decoración
de carbono, asientos deportivos John Cooper Works, volante deportivo de
Alcantara y Carbono e indicador de cambio de marchas, que indica el
momento óptimo para cambiar de marcha obteniendo la máxima aceleración,
todos ellos ingredientes perfectos para el obtener el máximo placer al
conducir.
John Cooper Works Challenge
El nuevo coche de competición para la MINI CHALLENGE 2008 también
lleva esta famosa distinción. El MINI John Cooper Works CHALLENGE es un
vehículo de competición resultado de décadas de experiencia
construyendo coches para competir: una potencia de 154 kW / 210 CV
(valores preliminares) y equipado con muchos componentes diseñados
exclusivamente para los circuitos.
John Cooper: Sinónimo de éxito en competición
Ningún otro nombre está asociado más fuertemente con la legendaria
leyenda en competición de MINI como el nombre John Cooper. Junto con el
diseñador del Mini clásico, Sir Alec Issigonis, hizo una contribución
decisiva creando el carácter extraordinario de este vehículo que
todavía permanece vivo en nuestros días. La base se creó con una
estrecha amistad entre estos dos hombres. Mucho antes de que Alec
Issigonis creara el Mini clásico, forjó una estrecha relación con el
ex-piloto de competición y conocido diseñador de automóviles británico.
Cooper era conocido tanto por su talento y su ambición como por su
carácter. A la corta edad de doce años, John Cooper, que había nacido
en 1923 en Surrey, Inglaterra, mostró al público de qué estaba hecho
cuando condujo el coche de carreras construido por su padre, con el que
fundó la Cooper Car Company en 1946. Los dos comenzaron a construir
coches de carreras, al principio para las competiciones de Fórmula 3.
La Cooper Car Company pronto prosperó hasta convertirse en el proveedor
con más éxito de coches de competición profesionales, llevando a los
equipos y pilotos ingleses al máximo nivel de la competición en Fórmula
1.
El concepto de motor central: una visión que cambia la competición de Fórmula 1
Con su concepto de vehículos deportivos con motor central, Charles
y John Cooper crearon una tendencia rompedora en 1955 para toda la
industria. Durante los años 1959 y 1960 los coches de carreras
construidos por Cooper ganaron, con vehículos de motor central, tanto
el título de constructores como el de pilotos en el campeonato de
Fórmula 1. El concepto fue un éxito, y otros constructores seguirían su
ejemplo en los años siguientes. Al poco tiempo, todos los coches de la
Fórmula 1 eran construidos de acuerdo con ese principio. Sin embargo,
Cooper siguió manteniendo el estatus de tener la marca con más éxito en
la competición de Fórmula 1 durante los cincuenta y los sesenta. En ese
tiempo casi todos los pilotos legendarios, como Jack Brabham, Bruce
McLaren o Jochen Rindt, condujeron un Cooper.
El contacto con Alec Issigonis ya se había establecido cuando John
Cooper estaba usando motores construidos en la British Motor
Corporation (BMC), que él empleaba en sus coches de competición para la
Formula Junior. Por esta razón, Cooper conocía la historia del
desarrollo del Mini que Issigonis iba a diseñar para BMC. Esta compañía
se había establecido con la fusión de fabricantes de automóviles
británicos, con unas marcas que incluían Austin, Morris, MG y Wolseley.
Reconocimiento inmediato del potencial de Mini
A John Cooper le fascinó el lanzamiento de Mini. Estaba convencido
de que el innovador concepto del vehículo, con el principio de -una
rueda en cada esquina-, los cortos voladizos y su aspecto plano en
general era exactamente lo que había estado buscando durante años: la
base para un coche de carreras ganador. Ya en 1959, el año en que
debutó el Mini, envió a Monza a su piloto Roy Salvadori con el primer
Mini Cooper, un coche único, para ponerlo a prueba por primera vez. En
1960, sólo seis meses después del debut de Mini, seis coches de apoyo
equipados por John Cooper celebraron su primera participación en el
Rally de Monte Carlo.
El creador de Mini, Issigonis, tenía una visión menos entusiasta que el
experimentado en competición Cooper sobre la construcción de una
versión deportiva del coche, que había sido inicialmente diseñado como
un medio de transporte espacioso, asequible y económico para todo el
mundo. El principio, Issigonis desestimó la propuesta de Cooper de
hacer un modelo GT del Mini. Sin embargo, Cooper no se rindió y se puso
en contacto con el director de BMC George Harriman, que finalmente
accedió. Con una producción limitada de 1.000 Mini Cooper, se comprobó
la reacción del público a este concepto de vehículo. Con modificaciones
como cilindros con mayor carrera y menor diámetro, válvulas de admisión
mayores, carburadores dobles y bloque de cilindros reforzado, el primer
Mini Cooper alcanzaba 55 CV y una velocidad máxima en torno a 130 km/h.
Las relaciones de la transmisión se eligieron para explotar el
potencial deportivo y los frenos de disco en las ruedas delanteras
aseguraban unos valores de deceleración adecuados.
El resultado de estos esfuerzos finalmente convenció a Issigonis.
Inmediatamente se unió a John Cooper para trabajar en el siguiente paso
de mejora de las prestaciones. Para el Mini S, el diámetro de los
cilindros se aumentó hasta 70,6 mm, ya cerca del máximo posible. La
cilindrada, 1.071 cc, seguía estando por debajo de los 1.100 cc, el
límite admisible para las categorías de competición a las que se
dirigía; la velocidad del motor era, sin embargo, impresionante. El
nuevo motor entregaba 70 CV a 6.200 rpm, y la velocidad máxima del
motor se alcanzaba a 7.200 rpm. En esta versión también se revisaron
los frenos, siendo equipados con servofreno.
1964 a 1967: los años de oro del Rally de Monte Carlo
Se habían sentado las bases de un sensacional éxito en competición.
Fue en 1962 cuando el Mini Cooper S causó sensación por primera vez en
Monte Carlo. Con el finlandés Rauno Aaltonen al volante este pequeño y
ágil coche en su papel de David desterró al Goliat Phalanx a la
posición detrás de él, a su rebufo. A sólo 3 kilómetros de la meta
Aaltonen, que lideraba la carrera, cometió un error en una curva y
terminó su participación volcando. Sin embargo, acabó con su mala
suerte al año siguiente. Aaltonen cruzó la línea de meta con su Cooper
S convirtiéndose en ganador de la categoría y tercero en la
clasificación general.
Y las cosas aún iban a mejorar. En el rally de invierno de 1963 /
1964, el Mini Cooper S tenía un nivel de potencia mucho mayor que su
predecesor. En una espectacular carrera en Monte Carlo, Paddy Hopkirk
obtuvo el primer puesto en la clasificación general con un Mini que
contaba con el recién diseñado motor de competición, venciendo a una
competencia mucho más fuerte. Al año siguiente, el finlandés Timo
Mäkinen junto con su copiloto Paul Easter repitieron el triunfo en
Monte Carlo. Fue el único piloto participante que completó los miles de
kilómetros sin acumular ni un sólo punto de penalización, incluso
luchando contra las condiciones más adversas en la nieve y el hielo de
los Alpes franceses. Sólo 35 de los 237 coches que tomaron la salida
pudieron cruzar la meta en este rally, y tres de ellos lucían el
logotipo Mini Cooper S.
El siguiente año llegó el triplete. Los cuatro equipos que
compitieron con Cooper tenían una buena ventaja, y los pilotos Timo
Mäkinen, Rauno Aaltonen y Paddy Hopkirk consiguieron un resultado
increíble. Cruzaron la línea de meta en primer, segundo y tercer lugar.
Sin embargo, a esta hazaña le siguió una amarga decepción. Los tres
vencedores fueron privados de su éxito, ya que los comisarios del rally
decidieron que los cuatro faros adicionales montados delante de la
rejilla del radiador no cumplían exactamente con las condiciones de
homologación francesas. Su decisión tuvo poco efecto en el entusiasmo
de los espectadores con los tres pilotos de Mini. Hopkirk, Aaltonen y
Mäkinen entraron en los anales del Rally de Monte Carlo como -los tres
mosqueteros-. Y sólo un año después, Rauno Aaltonen pudo disfrutar de
una celebración con mayor entusiasmo aún, con su tercera victoria en
Monte Carlo con un Mini Cooper S. Esta vez no hubo ninguna infracción
en el vehículo.
Sin embargo, los Mini no sólo brillaron por su rendimiento en los
rally. En los sesenta pudo acaparar muchas victorias en la carretera.
Con sus registros deportivos globales, fue el coche de competición más
sobresaliente de toda la década. Además de sus triunfos en competición,
la versión John Cooper del Mini tuvo un éxito excepcional desde 1961 a
1971 en términos de ventas. Ya en aquellas fechas los nombres Mini y
Cooper eran inmediatamente asociados al incomparable placer de
conducir. Más aún, los kits de preparación de Cooper para los vehículos
Mini de serie tuvieron mucha demanda. Ningún otro coche ofrecía desde
el primer momento más aptitudes deportivas por menos dinero ni mayor
placer de conducir en un espacio tan reducido.
Mike Cooper continuó el trabajo de su padre con los Mini
La tradicional alianza entre Mini y John Cooper también se volvió un
factor crucial en la nueva versión de este pequeño coche. En 1999 Mike
Cooper fue invitado por BMW Group para incorporar la experiencia del
negocio familiar, que actualmente se conoce como John Cooper Garages,
en el proyecto MINI. Mike Cooper continuó con el trabajo de su padre
con el mismo entusiasmo. Como John Cooper hizo en su día, sopesó la
posibilidad de hacer una versión con mejores prestaciones mucho antes
del lanzamiento del MINI en el año 2001. E incluso entonces su sueño
era volver a llevar a los MINI a los circuitos. Comenzó a organizar la
competición John Cooper Challenge para vehículos de serie con
prestaciones mejoradas en Inglaterra, y la parrilla de salida estuvo
completa en muy poco tiempo.
John Cooper no pudo presenciar el lanzamiento al mercado del MINI
moderno. Murió en el año 2000, con 77 años. El nombre John Cooper
Garages permanece. Hoy por hoy representa, y seguirá representando en
el futuro, a una compañía con una larga tradición que continuamente ha
satisfecho a tres generaciones con el uso de una experiencia
sobresaliente y los mayores conocimientos en el campo de la preparación
de automóviles; es el legado de personas excepcionales que, durante
décadas, marcaron los hitos en la competición automovilística.
El preparador deportivo John Cooper Works será una parte integral de la
marca Mini.
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