El curling es un deporte que, si bien no es muy popular en España, goza de una gran aceptación en los países en los que suele hacer frío constantemente. El juego consiste en, a través del lanzamiento de un pequeño bloque de granito y la limpieza de su camino, conseguir que éste se deslice hasta el centro de la pista y desplace las piezas de los oponentes. Para hacernos una idea, es algo similar en concepto a la petanca, si bien se trata de un ejercicio que encierra mucha más complicación.
El caso es que casi siempre que se unen los coches y Rusia, la combinación suele dar lugar a sucesos como mínimo extraños. La última muestra de ello ha sido la realización de un campeonato de curling en el que, en vez del granito convencional, han jugado con vehículos. Eso sí, éstos no tienen ni motor, ni frenos, aunque sí dirección; y es que en su interior se sitúa un piloto que puede dirigir al vehículo en el sentido adecuado para ´echar´ a los demás coches del centro de la pista.
Todos los participantes utilizan el mismo modelo, un microcoche fabricado en la zona, por lo que en este sentido no existen diferencias -los vehículos rusos siempre han tenido fama de ´duros´ y en este caso lo demuestran-. Con todo lo comentado, resulta cuanto menos curioso: para que lo veas te enseñamos el vídeo que puedes ver a continuación, que seguro despertará tu lado más divertido.