Cada evolución ha supuesto una mejora que ha hecho del Evo un automóvil cada vez más radical, rápido y efectivo… hasta la llegada del VIII, que ha roto la tradición. ¿El motivo? Tener que cumplir con las normativas anticontaminantes de los diferentes países, lo cual ha -descafeinado- su motor -tiene 15 CV menos y su respuesta es menos deportiva-, perdiendo mucho del -carácter- que siempre le había caracterizado. Al menos, ahora está mejor equipado de serie y su sistema de tracción es aún más eficaz.
Por dentro y por fuera
El interior tiene un aspecto muy deportivo gracias a las grafías en rojo de sus relojes, al volante de tres brazos, al salpicadero bicolor… y unos asientos Recaro, que son auténticos bacquets de competición regulables manualmente y que ofrecen una postura de conducción idónea y una sujeción perfecta. Calidad mejorable. Los acabados son sólo correctos, y en el interior hay demasiado plástico duro. Tampoco hay muchos huecos para objetos. Tacto deportivo. Lo que sí se mantiene es el agradable tacto ‘duro’ y deportivo de los mandos, desde los pedales hasta el selector del cambio.
Cómo va
Con respecto al Evo VII, el Evo VIII tiene puntos mejores y peores… Motor: peor. Ahora tiene 15 CV menos y la respuesta del turbo es algo más lenta, es decir, al pisar el acelerador el conductor percibirá que la potencia llega con retraso… y de forma brusca. Cambio: peor. El VIII tiene una quinta velocidad con un desarrollo mucho más largo. Esto provoca que el motor no ofrezca un plus de fuerza y se quede sin respuesta en esta marcha… si antes no apuramos a tope la cuarta velocidad. En el VII no pasaba. Diferenciales: mejor. Lo que sí es destacable es su sistema de tracción -ver recuadro-, que consigue una motricidad extraordinaria y que mejora la velocidad de paso por curva -según Mitsubishi, en un 10%-. Carrocería: mejor. Ahora, es un 33% más rígida, lo que repercute en un mejor comportamiento; eso sí, el gran alerón posterior ahora cuesta 1.000e -de serie dispone de uno pequeño-. Comportamiento: mejor. Es igual de estable… e incómodo para realizar largos viajes. Se puede conducir muy rápido con bastante sencillez. Dirección y frenos: igual de bien. La primera sigue siendo precisa y tiene la dureza adecuada; los segundos, parecen de un coche de carreras: son eficaces y muy potentes.
Veredicto
Por qué comprarlo: Por su sofisticado sistema de tracción, sus prestaciones y su tradición como coche deportivo.
Por qué no comprarlo: Porque ya no es tan radical… pero sigue siendo incómodo y ‘gastón’. Su acabado es mejorable.
Ficha técnica y gama 2004
MARCA MODELO | |||
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Motor | Gasolina turbo, 4 cil. en línea | Neumáticos | 235/45 R17 |
Cilindrada | 1.998 cc | Nº puertas | 4 |
Potencia | 265 CV a 4.000 rpm | Depósito | 55 litros |
Par | 355 Nm a 4.000 rpm | Tamaño | 449 x 177 x 145 cm |
Velocidad máx. | 245 km/h | Combustible | Gasolina |
0 – 100 km/h | 5,5 segundos | Peso | 1.470 kg |
Tracción | Total | Maletero | 430 litros |
Cambio | Manual de cinco velocidades | Euro NCAP | – |
Consumo | 10,9 l/100 km | CO2 | – |
De serie | ABS, BAS, EBD, doble airbag, dirección asistida variable, cierre centralizado con mando a distancia, llantas Enkei de 17 pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos, aire acondicionado, retrovisores eléctricos, anclajes ISOFIX, asientos deportivos, inmovilizador electrónico, tres diferenciales autoblocantes -dos de ellos controlados electrónicamente-. | Opciones | Alerón trasero (1.000e), tapicería de cuero (1.500), pintura metalizada (310). |
LA GAMA 2004 | ||
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Evo VIII | 265 CV | 41.990- |
Lo que otros no te cuentan
¿Cuál es el secreto de su eficacia? El Evo VIII cuenta con tres diferenciales autoblocantes, dos de ellos -el central y el trasero- controlados electrónicamente -en el VII sólo lo era el central-. Es decir, el sistema cuenta con un total de diez sensores: uno en cada rueda, en el volante, en el acelerador, otro para informar del reparto de par, dos para controlar el derrapaje longitudinal y lateral, y uno más que desactiva el diferencial posterior si se acciona el freno de mano en marcha, algo habitual en los rallyes. Máxima tracción: gracias a ello, el vehículo sabe exactamente qué rueda cuenta con mayor agarre, transmitiéndole más fuerza.
El Subaru Impreza STI es su único rival. ¿Quién es el rey de la montaña? Hasta ahora, el modelo de Mitsubishi siempre superaba al Subaru Impreza STI. Sin embargo, el actual Evo VIII ha perdido toda la ventaja que había conseguido su predecesor… Comportamiento: Ambos modelos ofrecen un comportamiento en curva excelente y son tremendamente eficaces; en este apartado, lo más justo es el empate. Motor: Se impone el Subaru. Por debajo de 4.000 rpm, ninguno ofrece demasiada respuesta. En el EVO, el turbo tarda más en- entrar en acción-. Caja de cambios: Victoria para el Subaru, que tiene seis velocidades… y, además, están mejor escalonadas. Diferenciales/motricidad: Gana el Evo VIII. Los dos diferenciales electrónicos que incluye son mejores que los sofisticados autoblocantes mecánicos del Subaru STI. Interior: El Subaru está mejor acabado y ofrece un diseño con más personalidad. Precio: El STI cuesta 42.200-, 210 más que el Evo.
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