El nuevo Outlader un vehículo completamente nuevo tanto estructuralmente -han diseñado una nueva plataforma, partiendo de cero- como en diseño, ya que este modelo es el primero que emplea el nuevo estilo de la marca para diseñar la apariencia de sus coches.
Su chasis, sigue siendo monocasco pero se ha creado pensando en la posibilidad de incluir tecnología híbridas; de hecho, en el Salón Internacional del Automóvil de París se presentará esta versión ecológica -conocida con el nombre de Mitsubishi Outlander Plug-In Hybrid MiEV-. Además la nueva plataforma supone un ahorro de peso de 100 kg… y su consiguiente beneficio en consumos y prestaciones. Pero no es lo único, ya que en esta nueva generación todo ha sido fabricado, según ellos, para maximizar la eficiencia. Se ha mejorado el coeficiente aerodinámico, que ahora tiene un Cx de 0,33. Además, todos los elementos mecánicos van carenados por la parte baja, como si de un fondo plano se tratara, buscando precisamente optimizar la aerodinámica.
Mecánicamente emplea un motor turbodiesel de 2,2 litros con 156 CV y 380 Nm de par -cuando se dio a conocer la primera información del modelo en el pasado mes de marzo también se habló de un motor de gasolina… que finalmente, no se venderá en España- diseñado por Mitsubishi que se puede combinar con una caja manual u otra automática, ambas de seis velocidades… y con tracción delantera o a las cuatro ruedas. Los niveles de emisión de CO2 van desde los 130 g/km del 4×2 a los 159 del 4×4 automático. A diferencia de la anterior generación, ésta no contará con el cambio automático de doble embrague que se ofrecía hasta ahora. Las razones por las cuales se ha optado por emplear una de convertidor de par normal han sido fundamentalmente dos: la primera, es que aseguran que este cambio es más suave que el anterior y además penaliza menos los consumos. La segunda ha sido que, tras un amplio estudio, se han dado cuenta de que los usuarios de sus vehículos pocas veces recurrían a la función manual y las levas en el volante, por lo que ese -plus- de deportividad carecía de sentido. Hay que mencionar que la nueva caja de cambios automática de seis velocidades funciona perfectamente y es suave, aunque ‘roba’ algo de empuje al motor. Por su parte, el cambio manual cuenta con unas marchas bien escalonadas y su accionamiento es preciso, aunque es cierto que en nuestra unidad de pruebas pudimos apreciar una ligera holgura, al ser unidades de preserie.
Aparte del diseño exterior, el interior se ha renovado por completo con nuevos materiales que realmente le aportan una sensación de calidad que antes no tenía. Los ajustes que ofrece son buenos y el tacto del mullido también. Quizás lo que menos nos ha gustado es la disposición algo anárquica de los botones, auque todos ellos son grandes y, al final, se encuentran sin problemas. Mientras que los mandos del ESP, el control de la regulación de los espejos o la activación eléctrica del portón están en el lado izquierdo, casi a la altura de las rodillas, otros mandos o las conexiones para iPod y USB se sitúan en la consola central, más a mano. Aunque lo peor es la ubicación de la llave de arranque, que va situada, semi-oculta, bajo la consola central y hay que fijarse bien para poder localizarla. Por último, mencionar que la antigua rueda selectora que permitía pasar -en las versiones 4×4- de tracción delantera a total o total con bloqueo central ha desaparecido y en su lugar ahora hay un enorme botón con las letras 4WD. La verdad es que si nos fijamos bien lo único que se mantiene del anterior Outlander es la palanca de cambios que no ha variado.
En cuanto a la habitabilidad, es magnífica en las dos primeras filas -se notan los ocho centímetros extra que ganan los pasajeros que van detrás.. y la presencia de un piso plano-. Sólo el Honda CR-V actual ofrece unas cotas comparables en cuanto a habitabilidad. Pero es que, además, el Outlander puede llevar una tercera fila de asientos, aunque sólo la podrán usar personas de muy baja estatura debido al escaso espacio para las piernas. Este nuevo chasis también le otorga más capacidad de maletero con entre 591 litros y 1.022 litros, frente a los entre 541 y 989 del anterior -volumen con cinco plazas ocupadas-.Por otra parte, la columna de dirección es ahora ajustable tanto en altura como en profundidad y encontrar una posición cómoda de conducción es mucho más fácil; además los asientos sujetan bien la zona lumbar y lateral.
En marcha, el empuje del motor es muy progresivo desde las 1.800 rpm hasta las 3.500 rpm, momento en el que su fuerza decae. Sin embargo, donde este coche se siente mejor es rodando entre las 2.000 y las 3.200 rpm. En ese margen la respuesta al acelerador es muy rápida y el coche gana velocidad con gran soltura. No podemos emitir un juicio acerca de su comportamiento en campo porque apenas recorrimos un par de kilómetros por un viñedo y la pista de tierra estaba en muy buen estado.
Una cosa que llama mucho la atención es el bajo nivel de ruido que se percibe dentro del habitáculo a cualquier velocidad, lo que hace que viajar sea perfecto y nada molesto. Sin embargo, casi todo esto es debido al motor en sí, que vibra muy poco y es muy ‘discreto’. De hecho, si abrimos el capó no vemos grandes piezas de plástico o planchas de insonorización.
En España se podrá adquirir con los siguientes acabados: Challenge -solo disponible con tracción delantera y cinco plazas-, Motion, -con tracción total y siete asientos-, Motion Automático -igual que el anterior pero con cambio automático- y Kaiteki -que viene con todo y que equipará por primera vez control de crucero inteligente, sistema de mantenimiento de carril y un dispositivo que frena el vehículo a baja velocidad si detecta riesgo de colisión para mitigar sus consecuencias-. Los precios no estarán disponibles hasta octubre, cuando se ponga a la venta en nuestro país. ¿Su principal rival? El Chevrolet Captiva. Por cierto, que tal y como publicamos hace apenas un par de semanas, ha provocado que la actual generación del Outlander cuente con enormes rebajas como puedes ver aquí.
