Confiemos en la victoria económica de nuestro país

España viva / Viva España

Enrique Hernández-Luike
Enrique Hernández-Luike
Los políticos deben despejar ya las adivinanzas del futuro.


La Ciencia, la Literatura, el Arte y el Deporte son valiosos pilares del prestigio de España en el Mundo. No sólo como recuerdos históricos de un brillante pasado, sino como realidades actuales. Una brillante manifestación del genio español nos la acaba de ofrecer el motociclismo en Jerez de la Frontera, confirmando los anteriores triunfos totales en las tres categorías de los campeonatos mundiales de velocidad. Seguidamente, Fernando Alonso volvió a demostrar su talento y valentía en Fórmula 1. Y Rafa Nadal, en tenis.

Como profesional de la comunicación viví estas noticias con orgullo patrio porque, precisamente han sido éxitos repetidos en una época de difícil situación del país, cuando son más apreciables las victorias en cualquier ámbito. ¡Ánimo, valientes! Vuestro esfuerzo y genialidad mantendrá en alto nuestra bandera y seguirá haciendo sonar nuestro himno. Gracias.

Mientras los políticos –acaso de buena voluntad– se muestren desorientados, opuestos, con la permanente acusación del «más lo eres tú», nuestro Sector del Motor se despabila con ideas y organización, con miles de trabajadores en activo, con calidad y con entendimiento, afortunadamente con los beneficios a través del Plan PIVE.

Al lado del extraordinario volumen de las fábricas nos alineamos las Pequeñas y Medianas Empresas tan elogiadas por los Padres de la Patria por el volumen total de nuestros empleados, mientras estos negocios puedan subsistir. En nuestra mediana empresa hemos trabajado con ilusión y fuerza durante más de 60 años asimilando el veterano ejemplo de destacados colegas de Italia, Suiza, Francia, Alemania y Reino Unido. Ejemplo transferido después a Portugal, México, Argentina y Brasil hasta finales del siglo pasado.

Nuestra actual PYME comenzó el siglo XXI con ideas renovadoras en estilo de comunicación y volvimos a acertar. De golpe, como por el trallazo de un imprevisto rayo, las elogiadas PYME sufrimos la caída internacional de la Economía con disparidad de criterios. ¿Cuántas podremos salir adelante? ¿Cómo se nos ayuda? ¿Tendremos el valor y el acierto de nuestros deportistas en los Campeonatos Mundiales? Siempre nos quedará el heroico grito de ¡Viva España! Y los versos libres del poema «La Cordada», cada día con nuevos problemas a superar.

La poesía, por lo menos para mí, viene a ser como el cigarro, el café o el paseo para otros con interés en hallar ideas convenientes. Y no soy yo solo: Magda Salarich, antigua jefa de Citroën y actualmente al frente de una dirección general del Banco de Santander, siempre añade una poesía a sus discursos. Y sus aciertos son permanentes.

La cordada

Arriba, siempre arriba, compañeros,
sin importar el viento, ni las horas,
ni el cansancio, ni el sueño, ni la trampa,
ni la sed, ni la angustia, ni la noche.

Arriba, siempre arriba, aunque en las venas
no quede sangre y solamente un hilo
de ilusión nos conecte a la esperanza,
nos sujete al futuro y a la vida.

Arriba, siempre arriba, sobre el miedo,
sobre el fango, el incendio, la mentira
la traición, el abismo, la pereza,
la ingratitud, la envidia y la calumnia.

Arriba, siempre arriba, y en la cumbre,
un grito de victoria, aunque el empeño
nos derrumbe en el suelo, sin sentido…
Y, como último esfuerzo, una sonrisa.