Y sí, por dificultoso que parezca, hemos sido capaces de completar un apartado de pequeñas cosas positivas: se mantendrá la feroz política de descuentos en la compra de automóviles nuevos, llegarán más de 200 novedades, se incrementará notablemente el equipamiento tecnológico en todos los segmentos, se pondrá en marcha a mitad de año un nuevo plan Prever, los talleres oficiales harán agresivas campañas de precios para competir con los independientes, las marcas facilitarán créditos con muy bajos intereses -incluso del 0%-, la Administración mantendrá la subvención de hasta 6.000e para la compra de vehículos eléctricos, los Ayuntamientos permitirán el pago aplazado de los impuestos -hasta en ocho mensualidades- , llegarán los primeros coches chinos de las firmas BYD y Quoros con precios incontestables, Aragón acogerá una fábrica de coches eléctricos de la marca española Z Mobil- incluso Fernando Alonso podría ganar el Mundial de F1.
Entre las cosas más insólitas que llegarán con el año nuevo podría estar la obligación de llevar en el coche un etilómetro portátil para que, en caso de que hayas bebido, tú mismo compruebes si superas el límite permitido antes de conducir. También insólito será el que tengamos que pagar -entre 2 y 15 céntimos/kilómetro- por usar las carreteras si superamos los 15.000 kilómetros al año; tanto como el hecho de que el Gobierno se plantea aumentar el límite de velocidad hasta los 130 km/h en ciertos tramos de autopista.
Y, ahora, debería hablar de las cosas malas, que son muchas, pero me falta humor, moral y papel, así que dejo que lo descubráis por vosotros mismos en nuestro -Autofácil-informe-. Estáis advertidos. ¡Feliz Año!