Nani Roma:el gigante de Folgueroles

Justo diez años después de ganar el Dakar en motos, Joan 'Nani' Roma volvió a repetir gesta, esta vez con dos ruedas más, escribiendo otra línea en la historia y entrando en un Olimpo sólo reservado para los más grandes.


Quién es Nani Roma

  • Nombre Joan Roma Cararach
  • Nació… El 17 de febrero de 1972, en Folgueroles (Barcelona).
  • Estado civil… en 1996 se casó con Rosa Romero, piloto de KTM. Es padre de tres hijos: Abril, Julia y Marc.
  • Lleva 18 años sin… pasar una Nochevieja en su casa. Sobre todo, las últimas cinco.
  • Aficiones… Le encantan las motos, devorar kilómetros en bici, las dunas y disfrutar tumbado de sus tres hijos.
  • Uno de sus sueños es… Volver a competir en África y poder ganar el Dakar allí, aunque sea en coches.

Michael Schumacher, Sebastien Loeb, Stéphane Peterhansel son sólo algunos de los nombres más ilustres de la historia del motor. Pero, desde el pasado 18 de enero, habrá que añadir otro más que, además, nos toca muy de cerca. Joan Roma Cararach ha entrado, por méritos propios, en el ‘Olimpo’ del motor tras la consecución de su primer Rally Dakar en coches, que se suma al que logró en 2004 en motos; es el primer español en conseguir este ´doblete´ y el tercero en toda la historia del raid, tras Hubert Auriol y el propio Peterhansel.

Un hito que el propio Roma parecía no dar importancia cuando una nube de micrófonos y cámaras le rodeaba al llegar a la meta de Valparaíso –Chile–: «No sé si es la victoria más estresante de mi vida, pero ha sido muy dura… pero bien, estamos muy contentos con el trabajo». Sin embargo, si echa la vista atrás, verá que ha tenido que afrontar un largo y duro camino hasta poder decir esas palabras. Camino que comenzó en los terrenos… de juego. Sí, el joven ‘Nani’, como le apodan sus íntimos, gracias a su complexión desgarbada y su agilidad, enfocó su carrera a ser portero de fútbol, «hasta que un día me peleé con un entrenador y lo dejé». Para pasar el mal trago, Roma se compró una moto de enduro. A partir de ahí, se creó una simbiosis con las dos ruedas y la competición que dura hasta hoy. «Como portero no hubiera llegado a ser un top. Jugaba bien, pero no sentía lo que sentí cuando monté en moto por primera vez, esa es la pasión que marca la diferencia».

Al margen de la ley

Desde entonces, Roma sólo hablaba, pensaba y soñaba con motos. Una obsesión que le llevó a cometer cierta irregularidad para apuntarse en su primera carrera. Ni corto ni perezoso, cogió prestada la licencia de un amigo, la cual falsificó, «quería ver qué tal me iba y tuve que hacer esa pequeña trampa». Roma ganó la prueba, algo que no hizo sino alimentar sus ganas de seguir compitiendo, convirtiendo a la moto en su principal herramienta de trabajo.

En 1991, con los ‘papeles’ ya en regla, se inscribió en el Campeonato de España de Enduro Junior, en 125 cc. Su extraordinario físico –que le permitía estar las 4 horas sobre la moto sin inmutarse– y un agresivo pilotaje, le sirvieron para lograr el subcampeonato. Sabedor de sus cualidades, en 1993 participó en el International Six Days of Enduro –ISDE–, donde acabó llevándose el bronce y cosechando sus primeros trofeos internacionales. Éxito que tendría continuidad en 1994 cuando no sólo se coronó como campeón de Europa de Enduro Senior, sino que consiguió la medalla de oro en los ISDE. Por aquel entonces, los cantos de sirena de una ‘pequeña’ prueba llamada Dakar ya resonaban en su cabeza….

La dureza del desierto

En 1996, debutó en el Dakar, tras adjudicarse, por primera vez, la Baja Aragón. Por delante dos semanas de desierto, aunque con la seguridad que da correr para el equipo KTM y tener como maestro a Arcarons. Se adjudicó dos victorias de etapa, pero los problemas mecánicos y el desierto le hicieron retirarse. Circunstancia que se repitió en los años posteriores. Aunque la situación más dolorosa fue la de 2000. A sólo dos días del Cairo, cuando marchaba líder, «el motor de mi KTM dijo basta y tuve que decir adiós a mis aspiraciones». Tras la avería, Roma pasó una noche entera en el desierto esperando la llegada del camión de asistencia. Finalmente, entró en la meta en 17º lugar a casi nueve horas de Richard Sainct. Aún así, Hubert Auriol, director del Rally, le declaró campeón moral por sus cuatro victorias y por haber recorrido «toda África como líder».

Matrimonio en las dunas

Se conocieron practicando enduro y, 18 años después, casados y con tres hijos, son ‘la pareja’ del Dakar. Rosa, cansada de esperar año tras año las noticias de Roma, decidió liarse la manta a la cabeza y vivir la experiencia en primera persona. Con esta, ya son tres las ediciones en las que han coincidido, pese a lo cual, «sabemos que apenas nos vemos en carrera, pero coincidir cada noche en el campamento es reconfortante y me tranquiliza mucho tenerle cerca». ¿Y los niños? «Están acostumbrados». Rosa aún no ha podido finalizar la carrera –en 2014, abandonó en la novena etapa–, pero seguro que habrá llorado de alegría al ver a su marido haciendo historia.

A partir de ahí, Roma se centró en las pruebas más importantes de raids, las carreras más selectas del campeonato de Enduro y, por supuesto, el Dakar. Ya sin Arcarons, Nani asumió el liderazgo, dotando al equipo de una personalidad que le ha hecho ser uno de los pilotos más queridos dentro de la caravana de la prueba. «Cuando empecé, entendí que tenía que intentar ser amigo de los franceses, de la organización. Con el paso de los años creo que lo he conseguido y, por eso, me quieren tanto».

Tras tres nuevas decepciones consecutivas, en 2001, 2002 y 2003, su palmarés contabilizaba siete abandonos en ocho participaciones. Entonces, ¿por qué continuar intentándolo? «Cuando era pequeño, mi madre me regaló un libro sobre el Dakar. Las historias me impresionaron y soñaba todas las noches con ganarlo».

Un sueño que se hizo realidad en 2004. Tras recorrer 11.153 kilómetros, llegaba a Dakar –Senegal– como primer clasificado, rompiendo la maldición y convirtiéndose en el primer español en ganar esta prueba. «Ahora todo cambiará. Desde el año 2000 la gente piensa en mí como el que se caía. Pero de todo se aprende. No creo en la buena ni en la mala suerte. Siempre hay una causa, algo concreto que sucede para que todo encaje. Sólo tienes que hacer bien las cosas», expresaba emocionado a su regreso a Barcelona, donde fue recibido por más de 200 vecinos de Folgueroles. «El año que viene defenderé este número uno. Ojalá podamos repetir equipo con KTM».

Un cambio muy amargo

En cambio, las lesiones se cebaron con él –sufrió tres en la misma rodilla– y como si hubiera estado esperando una señal para pasar página, Roma puso fin a nueve años de colaboración con KTM y 14 encima de una moto para pasarse a las cuatro ruedas y fichar por Mitsubishi. «Así podía estirar un poco más mi vida deportiva tras llegar al tope «. En aquel equipo coincidió con Hiroshi Masuoka, Luc Alphand y Andrea Mayer y Stéphane Peterhansel… sí, allí no sólo comenzó una gran amistad sino también una rivalidad.

En su segunda participación en coches fue tercero aunque, tras ello, llegó el momento más duro de su carrera. En el kilómetro 60,3 de la última etapa del Rally de Marruecos, su coche chocó contra una pared de hormigón. Nani sufrió contusiones leves pero su copiloto, el francés Henri Magne, falleció en el acto –el choque fue por su lado–. «Me afectó profesional y personalmente. Que alguien pierda la vida a 50 centímetros de ti siempre es un palo, y más si tú conduces. Henri era una persona extraordinaria y murió compitiendo; el resto… una mierda», aseguraba recientemente en un encuentro digital.

«Pero hay que mirar hacia adelante», como bien hizo en 2007, esta vez con Lucas Cruz como escudero. En cambio, la dupla española sólo pudo ocupar el decimotercer lugar.

El Dakar antes de Mini

1996. En su primera participación logró dos victorias de etapa pero, al final, los problemas técnicos le hicieron abandonar. 2000. A pesar de perder la carrera por culpa de una avería, logró llegar en 17ª posición a El Cairo, a más de nueve horas del vencedor. 2004. Tras ocho años y siete abandonos, el sueño por fin se hizo realidad y consiguió adjudicarse su primer Dakar en motos.
2005. Al año siguiente dio la sorpresa al pasarse a coches y fichar por Mitsubishi. Opción que tuvo que escoger para evitar las lesiones. 2006. En su segundo Dakar sobre cuatro ruedas, consiguió subirse al tercer cajón del podio. 2007. Copilotado por Lucas Cruz, el tándem español sólo pudo acabar la prueba en decimotercera posición.
2009. Con el Dakar estrenando continente, el Mitsubishi de Roma fue el único en cruzar la meta, en 10º lugar. 2010. El BMW X3 CC del equipo X- Raid sólo le duró tres etapas… por accidente, lo que le obligó a abandonar. 2011. Con el equipo Nissan Overdrive, al que llegó in-extremis, sólo pudo disputar nueve etapas.

Mini «para rato»

Tras un 2008 de parón –el Dakar se canceló porque la organización no podía garantizar la seguridad–, en 2009 toda la caravana se trasladaba a Sudamérica. Allí, Roma fue el único Mitsubishi que logró terminar, pero en 2010, la marca japonesa, azotada por la crisis, decidió no competir.

Desde entonces, Roma empieza a trabajar con el equipo X-Raid, pilotando un BMW X3 CC. Sin embargo, disputando la tercera etapa de rally, sufrió un aparatoso accidente que le obligó a abandonar la carrera. Esto dio paso a un largo proceso de recuperación –después de unas cuantas operaciones–. Así, su participación en el Dakar 2011 llegó ‘in extremis’, esta vez, con el equipo Nissan Overdrive, con quien sólo pudo disputar nueve etapas.

En 2012, el equipo X-Raid vuelve a solicitar sus servicios una vez comienzan a patrocinar a la escudería Mini All4 Racing y, caprichos del destino, vuelve a coincidir con Peterhansel. El francés, con nueve entorchados hasta ese momento –ninguno en Sudamérica– es el líder indiscutible del equipo; en las ediciones de 2012 y 2013 Peterhansel gana el Dakar, con Roma ocupando el segundo y cuarto lugar, respectivamente –en 2013, el español tuvo que ‘sacrificar’ el podio para asegurar la victoria del francés–.

Pero para la edición de este año todo parecía ser diferente. Nani llegaba a la cita argentino-chilena habiendo ganado todos los raids que había disputado; aunque en el equipo, Peterhansel seguía siendo «el p… amo» como diría aquel. Aún así, Nani supo administrar perfectamente la ventaja obtenida desde la novena etapa y, únicamente, el paripé organizado por Sven Quandt –mandamás del equipo– quien, a dos etapas para acabar, obligó a sus pilotos a mantener las distancias y no atacarse entre sí; o la reticencia del propio Peterhansel a acatar las órdenes, han podido deslucir una gesta que logra exactamente 10 años después de su primer Dakar en motos y de la que sólo tres pilotos más pueden presumir –Hubert Auriol y Peterhansel–. Al terminar el rally, Roma declaró: «En estos momentos sólo pienso en Henri. Estoy seguro de que me ha ayudado desde donde esté y, por eso, esta victoria es suya»; sin duda, un gesto de campeón.

El 18 de enero de 2014 Nani Roma se convirtió en el tercer piloto de la historia en ganar el
Dakar sobre dos y cuatro ruedas.

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