¿Y cómo puede ser esto posible? Pues bien, el proceso de creación empieza con un estudio de las necesidades del neumático frente a diferentes situaciones buscando siempre la máxima seguridad en la carretera. Para ello, y con el apoyo de simuladores, se decidió crear un modelo virtual con una banda de rodadura que pueda modificarse según el terreno de manera automática.
Así, sus bloques tridimensionales cambian de posición para mejorar el agarre sobre nieve o se produce el llamado “golpe de viento” para expulsar el agua y evitar aquaplaning. En condiciones on y off road, la banda se refuerza con anchos surcos que aumentan la tracción y la frenada. Todas estas prestaciones le llevaron a ganar incluso el prestigioso premio de diseño A-Design en la categoría de futuro.
Aunque todavía es pronto para determinar si algún día puede llegar este neumático, o uno similar, al mercado, lo que es seguro es su alta efectividad para cualquier situación. Con este neumático no se necesitarían realizar cambios de neumáticos entre unos con prestaciones de invierno, de verano o incluso offroad. El futuro cada vez está más cerca con Kumho.
