Con la incorporación del motor 3.0 V6 dCi y el inherente cambio automático de siete marchas, el Navara se aleja de lo que entendemos por un vehículo de enfoque laboral; mucho más si tenemos en cuenta su completísimo equipamiento y la traducción de todas estas circunstancias en un coste de adquisición que sobrepasa de largo los 40.000 euros.
Un 2.5 bien aprovechado
Siendo realistas, la versión V6 queda como una alternativa «exótica» dentro de un segmento donde el motor 2.5 encuentra mejor acomodo.
Este tetracilíndrico, convenientemente revisado y actualizado en 2010 -recomendamos repasar la prueba del Pathfinder en nuestro número 123-, ofrece un rendimiento de 190 CV y 450 Nm que lo sitúa por encima de sus rivales, y permite unas prestaciones sensiblemente mejores que las de estos -acelera de 0 a 100 un segundo más rápido que el Hilux y el L200- con unos consumos ligeramente superiores.
En cuanto a su funcionamiento, el YD25 de Nissan adolece de cierta brusquedad, como la mayoría de los tetracilíndricos de entre 2,5 y 3 litros que montan la mayoría de los pick up del mercado; si bien, en este caso, el cambio manual de seis velocidades ayuda a paliar esta deficiencia y permite rodar por carretera confortablemente, a pesar de la siempre incómoda sensación de circular sin carga sobre el eje trasero de un pick up dotado de ballestas en el tren posterior.
En este sentido, el ESP -de serie en el acabado LE- supone una importante ayuda.
A la hora de circular por campo el Navara cuenta entre sus aliados con la reductora más cerrada del segmento y un diferencial trasero de deslizamiento limitado. Pero en su contra juegan unas dimensiones exteriores que penalizan las cotas y dificultan la movilidad de este pick up por espacios angostos. Queda claro, pues, que donde más cómodo se encuentra es en pistas rápidas y espacios abiertos.
Amplio por dentro y por fuera
Los más de cinco metros de longitud del Navara permiten disponer de un habitáculo espacioso y una caja de carga de más de metro y medio de largo, capaz de cargar 900 kilos. Por lo que respecta al interior, este es prácticamente idéntico al del Pathfinder en sus plazas delanteras, mientras que las traseras, aunque disponen de espacio suficiente para las piernas, no son todo lo cómodas que cabría desear, debido a la verticalidad del respaldo.
Dentro también destaca la calidad de los materiales empleados y los ajustes de los distintos elementos, así como lo abundante del equipamiento de serie en la versión LE -la que se correspondía con nuestra unidad de pruebas-, donde sobresale el equipo multimedia Nissan Connect Premium que incluye un equipo de audio Bosé con disco duro de 40 GB, navegador 3D, conexiones USB y iPod y cámara de visión trasera, entre otros gadgets.
Esta prolija dotación de serie -más propia de un ‘SUV premium’ que de un pick up- viene a reforzar la teoría de que el Navara, al menos en esta configuración, aspira a ser más una alternativa a un todoterreno convencional, que una herramienta de trabajo.
Más aún, si tenemos en cuenta que Nissan ofrece entre sus accesorios oficiales varios cerramientos para la caja de carga, como también lo hace Toyota para el Hilux, Mitsubishi para el L200 y casi todos los fabricantes o importadores de pick up.
Para quien necesite el Navara para trabajar, Nissan ofrece los acabados SE y XE y una versión menos potente, con 163 CV, pero que solo está disponible en tracción trasera.
Llegados a este punto, cabe plantearse si no sería interesante un Navara con este motor de 163 CV, pero con tracción total y con un equipamiento básico que vendría a satisfacer a aquellos que buscan una herramienta con buena movilidad en campo y a los que demandan una buena base para evolucionar un TT extremo.
Por dentro y por fuera
Interior destacable…La calidad de los materiales y acabados es, probablemente, lo mejor del segmento y el espacio también es de los más generosos entre los pick up. El mayor pero radica en la escasa comodidad de las plazas traseras que, aunque ofrece espacio suficiente para las piernas, cuenta con un respaldo demasiado vertical. El mullido de la plaza central es, además, demasiado duro e incómodo.
Tras los respaldos y bajos las banquetas de las plazas traseras existen espacios en los que guardar pequeños objetos o herramientas.Conectividad: Con el acabado LE se ofrece un equipo multimedia que incluye diferentes conexiones: para toma auxiliar, para iPod y una USB localizada en el cofre central.
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Cómo va
Transmisión: El Navara posee la reductora más corta del segmento y es el único pick up con cambio manual de seis velocidades.Suspensión: La configuración del Navara responde al mismo esquema de la mayoría de pick up, con un esquema independiente de dobles triángulos y muelles delante y un eje rígido con ballestas detrás.
Aquí también encontramos los recurrentes y anacrónicos tambores de freno y, como particularidad en el Navara, un diferencial de deslizamiento limitado.
Exterior. Las versiones con acabado LE incluyen también las barras de techo, las taloneras laterales y el sistema de fijación de la carga C-Channel, que resulta muy útil pero cuyas anillas quedan demasiado expuestas a posibles «sabotajes» externos.
El Navara se sirve de serie con llanta de 16″, aunque opcionalmente se pueden montar llantas de 17 y, desde el año pasado, también de 18 pulgadas.
Ficha Técnica
Fíjate en: Las dimensiones del Navara y su enorme voladizo trasero perjudica el ángulo de salida y, por consiguiente, reduce la movilidad sobre terrenos escarpados.
Aunque no se llega a alcanzar la cifra de potencia máxima anunciada por el fabricante, esta se consigue a un régimen levemente inferior al de los valores homologados y se mantiene constante entre las 3.000 y 4.000 vueltas. En cuanto a la entrega del par, el YD25 alcanza su techo a 2.300 vueltas y, a partir de ahí, se produce un descenso progresivo hasta la 4.000 rpm. La estricta normativa anti-contaminación condiciona el comportamiento de estas mecánicas a bajo régimen -por debajo de 1.500 vueltas se muestra casi inoperante-, lo cual resulta especialmente inapropiado en un vehículo todoterreno que necesita un motor que empuje desde abajo. La opinión TTS i buscamos un pick up para trabajar, el Navara no será una buena elección, pero como alternativa a un TT parece una elección interesante, más si tenemos en cuenta que es más potente y está más equipado que un Hilux.
Equipamiento, Seguridad y Funcional
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Por fuera
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