220 CV, equipamiento de lujo, imagen refinada, amplio espacio… No es una suntuosa berlina, sino un gran TT.
El Pathfinder es un representante muy válido de cómo debe ser un todo terreno de lujo: potente, bien equipado y de gran tamaño. Uno de sus principales reclamos es, sin duda, su mecánica de gasolina: un poderoso motor V6 3.5 que con sus 220 CV es capaz de mover con suficiente soltura a un coche tan pesado, con mala aerodinámica y que adapta una caja de cambios automática. Eso sí, a un precio que se acerca a los 39.000 euro.
Por dentro y por fuera
Exteriormente, el Pathfinder se ‘impone’ entre el tráfico con sus 4,64 metros; su línea no se puede calificar de moderna o redondeada, aunque, en conjunto, sí resulta muy elegante. Sin embargo, su gran tamaño resulta un obstáculo para aparcar en ciudad o desenvolverse en las calles más estrechas.
El interior apuesta claramente por ofrecer la máxima calidad a quienes viajan a bordo. No hay más que echar un vistazo a la lista de elementos que incluye su equipamiento de serie: desde una suntuosa -pero escurridiza- tapicería de cuero, hasta asientos calefactables… incluso en las plazas traseras. También cuenta con elementos que hacen más segura la conducción, como los mandos en el volante que accionan el equipo de música o el control automático de velocidad de crucero, muy práctico en largos viajes por autopistas. El único defecto que podemos sacarle a este ‘exquisito’ habitáculo, es la reducida cota de espacio para las cabezas en las plazas posteriores.
El salpicadero ofrece un diseño bastante actual, aunque sin demasiada originalidad. La calidad de acabado es correcta. La tapicería de cuero de la foto se incluye de serie. La postura al volante es muy correcta, mientras que la instrumentación con fondo blanco pone el toque deportivo.
Junto a la rueda que maneja el sistema de tracción -ver recuadro de ‘manual de instrucciones’- se encuentran los dos mandos que conectan la calefacción -de serie- de los asientos delanteros.
Al igual que los turismos, Alfa 156 o Peugeot 206 SW, el Pathfinder incorpora las manetas de las puertas traseras integradas en el marco; un detalle que le aporta un toque de deportividad y distinción.
Un pequeño display, situado sobre el retrovisor interior, ofrece las indicaciones de una brújula y de la temperatura exterior, aunque es difícil de consultar por su ubicación. Se echan de menos las indicaciones de un inclinómetro y un altímetro.
A la izquierda del volante se encuentra una completa palanca que controla un equipo de sonido de excelente calidad -todo de serie-. A la derecha, se ubican los mandos del sistema de control de velocidad de crucero -también de serie-.
Cómo va
Por lo demás todo está en sintonía: en los desplazamientos urbanos, el cambio automático será un buen aliado junto a la precisa dirección asistida; aunque será en carretera cuando el Pathfinder muestre sus principales virtudes. La más destacada, el confort que ofrece a sus ocupantes, por unas suspensiones de tarado blando.
¿Inconvenientes? El principal, su excesivo consumo, incluso circulando a ritmos moderados. Los 80 litros que caben en su depósito se reducen a toda velocidad: rodando a los límites legales, en esta prueba ha ‘bebido’ de media 17,2 litros/100 km -si se va rápido alcanza hasta los 25 litros-. No es que se ‘descuelgue’ respecto a la competencia con unas cifras muy superiores, pero sus rivales disponen de interesantísimas versiones diesel mucho más recomendables y que alcanzan prestaciones muy similares a los de gasolina.
También al abandonar el asfalto, las excelencias del Pathfinder se convierten en inconvenientes: sus reducidas cotas TT y una batalla larga aconsejan no transitar en zonas muy quebradas -sus enormes voladizos se golpean con facilidad; además, en zonas rápidas y bacheadas se padecerán las incomodidades que suponen que las suspensiones hagan tope.
Finalmente, el precio está claramente a la altura de muchas berlinas de lujo aunque, eso sí, con dos puntos a su favor: por un lado, no tendremos que gastar ni un euro en opciones; por otro, se sitúa por debajo de sus rivales.
Veredicto
La elevada potencia consigue que el Pathfinder marque buenos registros en cualquiera de nuestras pruebas; el cambio automático de cuatro velocidades le condiciona para no conseguir cifras aún mejores en aceleración o adelantamiento. También brilla en sonoridad, con unos resultados buenos en nuestras mediciones. Pero, sin duda, el aspecto mejorable es el del consumo, elevado en cualquier circunstancia.
Lo que otros no te cuentan
Por fuera. Resulta ante todo elegante. Su imagen está acorde con los gustos del público americano -es su principal mercado-. A pesar de su discreción, no pasa desapercibido por su tamaño.
Por dentro. El interior es muy refinado y su equipamiento completo, aunque no se entiende que la radio sea opcional. El habitáculo es bastante amplio y está bien insonorizado.
En marcha. Si no nos preocupa su elevado consumo, podemos exprimir a fondo su motor V6 y disfrutar al máximo conduciéndolo. El confort de marcha resulta excepcional.
Comodidad en cualquiera de las plazas. Los ocupantes disfrutan de buena comodidad; se echa de menos una regulación eléctrica más completa del asiento del conductor. La habitabilidad posterior es correcta, y aunque está homologado para cinco plazas, por anchura viajarán mejor sólo dos adultos que, además, contarán con un espacio sólo lo justo para las cabezas.
Un sistema de tracción muy cómodo. Las distintas modalidades de tracción que ofrece el Pathfinder se controlan girando un único y sencillo mando, situado en la parte inferior central del salpicadero. La posición 2H -sólo tracción trasera- se emplea para circular por asfalto. En el modo AUTO será el propio sistema, con la ayuda de la electrónica, el que decida el reparto de tracción entre el eje delantero y trasero. Para circular principalmente por pistas rápidas emplearemos el 4H que conecta la tracción total -se puede hacer en marcha a menos de 80 km/h-. Por último, tenemos la posición 4LO -tracción a las cuatro ruedas con reductora-; esta opción se empleará para situaciones comprometidas en campo y, para insertarla, el vehículo debe estar parado y el cambio automático en posición N.
¿Campo? Sólo lo justo. El Nissan Pathfinder no es el modelo más indicado para realizar excursiones complicadas y, aunque la imagen que vende es la de un TT puro, lo cierto es que muy pronto se descubren sus límites. Si la pista es rápida, pero no está en buen estado, la suspensión delantera hará tope con frecuencia. Además, sus cotas TT y el calzado empleado le catalogan como un modelo poco adecuado para superar obstáculos difíciles.
¿Neumáticos para campo o carretera?. Bridgestone Dueler H/T 255/65R16. Sus medidas le permiten cumplir bien en carretera y sobre caminos duros. Su estructura los hace cómodos para absorber baches, aunque por su escaso dibujo son poco recomendables para la práctica ‘todoterrenera’.
Rivales
El Pathfinder se enfrenta a dos modelos de las marcas más lujosas del mercado y a dos de las menos conocidas. Los primeros ofrecen mejor acabado, los segundos mejor precio
BMW X5 3.0I AUT.
Precio: 50.704 €
Potencia: 231 CV
Velocidad máxima: 202 km/h
Consumo: 12,7 l/100 km
Tamaño: 466 x 182 x 171 cm
Maletero: 465 litros
Ciudad: a pesar de su envergadura se maneja bien; como en todos estos modelos, el cambio automático los hace más cómodos.
Carretera: su comportamiento es excelente gracias a su moderna suspensión y a un perfecto reparto de peso entre los dos ejes.
Autopista: a la altura de un turismo, tanto por estabilidad a alta velocidad como por la eficacia y resistencia de los frenos.
Pista rápida: su eficaz sistema de tracción total permite que se desenvuelva sin ningún problema.
Pista lenta: ofrece un buen resultado, sólo limitado por el recorrido de las suspensiones.
Off road: no está pensado para esta utilización. La altura libre es reducida y no dispone de reductora.
De serie: ABS, TCS, ESP, airbag conductor, pasajero, laterales delanteros y de cortina, cierre centralizado, climatizador, dirección asistida, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, equipo de audio, llantas de aleación, ordenador de a bordo, faros antiniebla.
El consumo, aunque elevado en términos absolutos, es más reducido que el de sus rivales. Mecánica de excelente rendimiento.
El maletero es inferior al de sus contrincantes, a pesar de recurrir a una rueda de repuesto de emergencia. El X5 es el más caro del grupo.
ISUZU TROOPER GLS 5P.
Precio: 41.770 €
Potencia: 215 CV
Velocidad máxima: 180 km/h
Consumo: 15 l/100 km
Tamaño: 480 x 183 x 184 cm
Maletero: 769 litros.
Ciudad: es el más largo de los cuatro, lo que condiciona su maniobrabilidad. El acceso al interior es más difícil por su mayor altura.
Carretera: no resulta tan cómodo como sus rivales debido al empleo de un sencillo eje rígido en el tren trasero.
Autopista: como sus rivales, la principal pega es un consumo elevado; no puede equipar control de estabilidad ni en opción.
Pista rápida: se desenvuelve bien y las suspensiones rara vez hacen tope. Bajos bien protegidos.
Pista lenta: ofrece un buen resultado aunque condicionado por sus neumáticos de asfalto.
Off road: de los mejores, ya que tiene reductora, buena potencia y amplios recorridos de suspensión.
De serie: ABS, airbag conductor y pasajero, cierre centralizado, diferencial trasero autoblocante, dirección asistida, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, espejos eléctricos, alarma, asientos eléctricos, faros antiniebla, equipo de audio, climatizador.
Es el que permite más ‘alegrías’ cuando hay que abandonar el asfalto. La habitabilidad es excelente y el maletero resulta inmenso.
El diseño tanto exterior como interior está un poco anticuado, sobre todo este último, que emplea tonos oscuros y formas rectas.
MERCEDES ML 320.
Precio: 49.100 €
Potencia: 218 CV
Velocidad máxima: 195 km/h
Consumo: 13,5 l/100 km
Tamaño: 464 x 184 x 182 cm
Maletero: 633 litros.
Ciudad: silencioso, cómodo… Tan sólo las cifras de consumo se disparan. Como en todos sus rivales, la visibilidad es excelente.
Carretera: la buena potencia y el perfecto funcionamiento del cambio le hacen muy ágil en las zonas con curvas.
Autopista: su comportamiento es muy seguro, ayudado por el control de estabilidad que equipa de serie toda la gama.
Pista rápida: ofrece una seguridad activa excepcional. Resulta sencillo y eficaz de conducir.
Pista lenta: mantiene el tipo, destacando ante todo por un elevado nivel de comodidad a bordo.
Off road: mejor de los esperado, gracias a la ayuda de los distintos sistemas electrónicos.
De serie: ABS, BAS, ESP, airbag conductor, pasajero, laterales delanteros y de cortina. aire acondicionado, cierre centralizado, diferencial trasero autoblocante, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, llantas de aleación, control de crucero, espejos eléctricos.
La calidad de acabado es excelente, su estética muy atractiva, y el funcionamiento de la caja de cambios secuencial resulta excepcional.
Su habitabilidad no es mala, pero está por detrás de la que ofrece un Trooper.
SSANGYONG REXTON 3.2 H6.
Precio: 41.951 €
Potencia: 220 CV
Velocidad máxima: 182 km/h
Consumo: 15 l/100 km
Tamaño: 470 x 187 x 176 cm
Maletero: n.d.
Ciudad. Se maneja bien, gracias a la suave dirección y el cambio automático. Está penalizado por su gran tamaño.
Carretera: El comportamiento está a la altura de su elevada potencia, aunque está por detrás de un modelo como el X5.
Autopista: Predomina ante todo la suavidad de marcha, aunque cede frente a sus rivales en cuanto a velocidad punta.
Pista rápida: resulta eficaz y divertido, gracias a su sistema de tracción total inteligente.
Pista lenta: ofrce una elevada comodidad y se defiende bien, sin muchas pérdidas de tracción.
Off road: bien por la reductora; mal por los neumáticos de carretera y una altura al suelo escasa.
De serie: ABS, EBD, TCS, airbag conductor, pasajero y laterales delanteros, cierre centralizado, climatizador, dirección asistida, elevalunas eléctricos y traseros, espejos eléctricos, llantas de aleación, siete plazas, tapicería de cuero, techo corredizo, control de aparcamiento.
Ofrece argumentos tan atractivos como los de sus rivales pero a un precio bastante competitivo, y cuenta de serie con siete plazas.
Aunque el equipamiento es completo y el acabado es bueno, pero desentona la calidad de algunos materiales empleados en el interior.
Veredicto
Si disponemos de amplio presupuesto, no hay que dudarlo: el BMW X5 nos convence por sus magníficas cualidades en asfalto -su comportamiento es excepcional- y el buen rendimiento de su propulsor. Si lo que buscamos es el todo terreno más eficaz habrá que fijarse en todo un veterano a muy buen precio: el Isuzu Trooper.
Ficha técnica y gama
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