Nissan Terrano II 2.7 TDi

Consigue el mejor precio La suspensión delantera se comporta muy bien en asfalto, pero las barras de torsión ceden con el tiempo, al igual que los silentblocks de la estabilizadora, que se deterioran con facilidad. Los triángulos superpuestos sufren en el campo y pierden fácilmente las cotas de alineación, precisando de unos amortiguadores más firmes. […]


La suspensión delantera se comporta muy bien en asfalto, pero las barras de torsión ceden con el tiempo, al igual que los silentblocks de la estabilizadora, que se deterioran con facilidad.

Los triángulos superpuestos sufren en el campo y pierden fácilmente las cotas de alineación, precisando de unos amortiguadores más firmes. Por contra, el eje trasero goza de una salud envidiable y es difícil encontrar problemas en los rodamientos, palieres o grupos.

El punto negro lo pone el diferencial de deslizamiento limitado a base de discos de fricción, que con los kilómetros pierde rendimiento.
Su robusto chasis aguanta sin problemas el trato duro, pero con el tiempo pueden surgir fisuras en la parte delantera de la carrocería.

Por su parte, los parachoques de plástico acusan los golpes y se suelen romper por los anclajes, especialmente el delantero.
En el interior, guarnecidos, plásticos y moquetas están a la altura de lo ofrecido por un turismo de gama media, aunque se nota el paso de los años.

La transmisión no da problemas, con una reductora muy acertada. Aunque el embrague no es su punto fuerte, si tenemos un poco de tacto no habrá incidencias.
El propulsor rinde muy bien para tratarse de un vehículo de inyección indirecta, aunque presenta cierta tendencia al calentamiento.

El consumo varía entre 12 y 15 litros, lo que podemos considerar razonable para su peso, tamaño y prestaciones, teniendo en cuenta su añeja tecnología. Sus 125 CV pueden parecer escasos, pero dan para mucho dentro y, sobre todo, fuera del asfalto.

La dirección es muy cómoda, pero, si salimos con frecuencia al campo, el eje anterior pierde sus cotas con regularidad, acelerando el desgaste de los neumáticos y perjudicando el guiado del vehículo.
Los frenos cumplen bien su comedito, especialmente al principio.

Con el uso prolongado, se estiran las frenadas más de la cuenta.
Esta versión de cinco puertas destaca por su gran espacio de carga, siempre que no utilicemos la tercera fila de asientos, lo que le convierte en un vehículo ideal para la familia o los más viajeros.

Su carrocería soporta el paso del tiempo y resiste la corrosión de forma adecuada, destacando la recogida chapa lateral, que lo salva de más de un golpe, y lo envolvente de sus parachoques. A éstos, por su resistencia, podríamos calificarlos como urbanos y malos amigos del campo.

Los asientos no son muy envolventes, pero sí ofrecen una posición elevada muy interesante para el tránsito del vehículo fuera del asfalto.
Por su comportamiento, próximo al de un turismo, encontraremos en este modelo un buen aliado para iniciarnos en el mundo del todoterreno.

No nos exigirá en asfalto y nos enseñará mucho en campo.
Actualmente en producción (sólo en versión corta), el Terrano dispone de muchos años de recambios; y eso sin contar la cantidad de ellos disponibles en los desguaces, lo que nos permite asegurarnos su vigencia a largo plazo.

Esta circunstancia, sus cualidades como polivalente y el gran número de unidades que ruedan hoy día, le convierten en una interesante opción de compra.

Por dentro y por fuera

Por dentro

A pesar de los años de su diseño, el Terrano es un vehículo fácil de conducir y al cual nos haremos con facilidad. Sus materiales se muestran resistentes al uso intensivo.El acabado interior es muy mejorable.

En él queda de manifiesto la diferencia de calidad de materiales con los empleados hoy día.La tercera fila de asientos sólo es apta para niños o adultos de pequeña talla. Además, los guarnecidos no son demasiado resistentes.

Los asideros, siempre bien recibidos a la hora de salir al campo, resisten con firmeza el paso del tiempo en este Terrano II.

La ergonomía de los mandos elevalunas deja que desear. Encontrarse entre los asientos no es precisamente bueno.

La capacidad del maletero es bastante amplia, pero se reduce drásticamente al desplegar la tercera fila de asientos.

Conviene activar los liberadores automáticos de las ruedas de forma suave para así prevenir posibles averías.

Este propulsor, de veterano diseño, ofrece un rendimiento aceptable, aunque con cierta tendencia al calentamiento.

De notable rendimiento en asfalto, la suspensión delantera acusa en exceso el uso en campo.

Historia

Japonés de origen americano, este vehículo fue desarrollado en los EE.UU. y denominado Terrano. Posteriormente, en Europa recibió un cambio de carrocería y, por supuesto, de motorización, pasándose a llamar Terrano II.

Inicialmente equipó un turbodiésel de 100 CV y un motor gasolina de 2,4 litros y tres válvulas por cilindro. En 1996 experimentó su mayor evolución estética, incorporando la misma mecánica diésel de inyección indirecta, pero equipado con intercooler y gestión electrónica, mejorando un 25% la potencia y el par motor.

La incorporación del propulsor de tres litros del Patrol GR no ha desterrado al veterano propulsor de 2,7 litros que todavía se fabrica hoy día.

Mejoras TT/Reforzar la suspensión

Un chasis sólido, una altura razonable y una reductora adecuada son argumentos suficientes para rendir bien fuera del asfalto.

Sin embargo, el eje delantero necesita para estar a la altura de las circunstancias un tensado de las barras de torsión (dos tercios en compresión y uno en extensión) y la incorporación de unos amortiguadores más firmes.

Para conducir con soltura, nos faltará una protección adecuada del mencionado eje delantero y de la zona central, donde se encuentra la caja tránsfer. El resto lo ponen sus buenos ángulos de ataque y salida y el más que razonable recorrido de suspensión del eje posterior.

Nissan Terrano II 2.7 TDi

Cómo va

El parachoques delantero se integra bien en la línea del vehículo, ofreciendo un interesante ángulo de ataque, aunque sus sujeciones son débiles. Por su parte, el trasero proporciona un escaso ángulo de salida.

El acceso a las plazas traseras es algo justo, pero, una vez dentro, el confort es razonable.El eje delantero pide a gritos una protección adecuada debido a su estructura independiente y a su blando tarado.

Cotas Nissan Terrano II 2.7 TDi
Ángulo de ataque 32º
Ángulo de salida 26º
Ángulo ventral 157º
Profundidad de vadeo 155 cm
Altura libre 21 cm
Recorrido susp. del. 35 cm
Recorrido susp. tras. 43 cm

Ficha técnica

Su precio en el mercado
8.200 – Terrano 2.7 Tdi (1998/145.000 km)
12.500 – Terrano 2.7Tdi (2000/170.000 km)
12.500- Terrano 2.7 Tdi(1997/92.000 km)
Motor
Tipo Diésel, 4 cil. en línea
Cilindrada 2.664 cm3 (98×92 mm)
Alimentación Inyección indirecta, turbo e intercooler
Distribución 2 válvulas por cilindro, árbol de levas lateral
Potencia máx. 92 kW (125 CV) a 3.600 rpm
Par máximo 278 Nm (28,3 kgm) a 2.000 rpm
Transmisión
Tracción Trasera o total, con reductora y LSD trasero
Cambio Manual, cinco velocidades
Suspensión
Delantera Independiente, dobles triángulos, barras de torsión
Trasera Eje rígido, muelles y amortig.
Frenos
Del/detrás Discos /Tambores
Ayudas ABS (según versiones)
Dimensiones y pesos
Long./anch./alt. 4.720/1.775/1.810 mm
Batalla 2.650 mm
Vía del./tras. 1.450/1.430 mm
Peso 1.870 kg
Depósito 72 litros
Ruedas
Llantas 7J x16″

compracoche hoyendia

Galería de fotos

Scroll al inicio