Con respecto a la presión, se recomienda su comprobación mensual de acuerdo con las indicaciones del fabricante. Pero además, en vacaciones, teniendo en cuenta la carga de equipaje a la que sometemos el coche debemos variarla, con una sencilla regla: a más carga, más presión. Una presión incorrecta y el exceso de peso alteran de forma importante la reacción del vehículo ante una curva o una frenada, aumentando el tiempo de la maniobra. El mismo cuidado hay que tener con la rueda de repuesto.
- En cuanto al desgaste de la banda de rodadura, la profundidad mínima legal de los surcos es de 1,6 milímetros. Si es inferior, el neumático debe ser cambiado. Las consecuencias de intentar ahorrar en neumáticos pueden ser muy graves, ya que los surcos son la parte encargada de desalojar el agua o la suciedad de la carretera (tierra o arena). Por eso, si están gastadas, las cubiertas pierden agarre en curvas y frenadas, llegando a producirse el peligroso aquaplaning en caso de lluvia.
Diez consejos básicos para el mantenimiento de los neumáticos
1. Controlar las presiones de inflado antes de emprender el viaje.
2. Inspeccionar los indicadores de desgaste y el estado general de los neumáticos.
3. Respetar los índices de carga y velocidad.
4. Adecuar la conducción a las características y circunstancias del terreno.
5. Evitar frenazos y aceleraciones bruscas.
6. Verificar neumático de repuesto.
7. Revisar los órganos de la dirección, suspensión y frenado.
8. Acudir siempre a un especialista para las labores básicas de mantenimiento del neumático.
9. Elegir un neumático adecuado para las condiciones del terreno por dónde vamos a rodar durante las vacaciones.
10. No sobrepasar la vida útil de un neumático, determinada no por el desgaste de su banda de rodaje sino por su estado de conservación general y el número de km recorrido.