El Papa Francisco usó siete papamóviles en su gira sudamericana

Un Jeep Wrangler, dos Toyota Land Cruiser, un Chevrolet D-Max y un Isuzu D-Max, esos fueron los coches que el Papa escogió para sus desplazamientos públicos en su visita a Sudamérica hace casi dos semanas. Para los privados, los elegidos fueron dos Fiat Idea. En el 100% de los casos fueron de fabricación local.
Por países, la distribución fue variando según la nación en la que estuviese. Por ejemplo, en Ecuador usó una pick-up Chevrolet D-Max que necesitó 6 semanas para pintarse de blanco y añadirle tapicería de cuero, una cúpula de cristal y un asiento regulable eléctricamente en el interior.
En Bolivia utilizó dos unidades de Toyota Land Cruiser, una para La Paz y otra para la ciudad de Santa Cruz, con inscripciones de la marca a pesar de la prohibición del Vaticano. En Paraguay, hizo lo propio un Isuzu D-Max, mientras que para sus viajes privados recibió desde Brasil dos unidades de Fiat Idea.
Las modificaciones fueron prácticamente iguales en todos ellos, con motores de gasolina para reducir ruido y emisiones, y que salvo los dos Fiat, acabaron en organizaciones eclesiásticas de los países visitados.