
En gasolina desaparecen los dos propulsores actuales, es decir, el 3.6 FSI de 280 CV y el 4.2 FSI de 350 CV. En su lugar llega un 3.0 V6 TFSI, disponible con dos niveles de potencia: 272 y 333 CV. Como era de esperar, esta nueva configuración disminuye de manera sensible el consumo de combustible, con una cifra homologada de 10,7 litros cada 100 km (los dos motores disponibles en la actualidad se disparan a 12,1 y 12,7, respectivamente). A pesar de esto, la aceleración se ha visto mejorada. La versión de 272 CV llega a 100 km/h desde cero en 7,9 segundos (frente a los 8,5 del 280 CV actual), mientras que la de 333 CV precisa sólo de 6,9 segundos (el 350 CV al que sustituye se conforma con 7,4 segundos).
El apartado diésel recibe cambios menos radicales. El motor 3.0 TDI de 239 CV ahora se desdobla en dos variantes, si bien ambas entregan la misma potencia (e introducen Start/Stop). La primera de ellas reduce el consumo en 1,5 litros (7,4 frente a los 8,9 actuales), mientras que la segunda introduce toda una serie de mejoras para cumplir la normativa Euro 6 de emisiones, que entrará en vigor en 2014. Esta versión, denominada clean diesel, se centra en disminuir los gases de efecto invernadero, fundamentalmente los óxidos de nitrógeno (NOx). Esto no ha impedido que el consumo también haya caído de 8,9 a 8,1 litros cada 100 km.
El segundo motor de la gama diésel, el 4.2 TDI, precisa ahora de 9,2 litros de combustible para recorrer 100 km, 0,7 litros menos que el actual. Por lo demás, todo se mantiene sin alteraciones.
El 6.0 TDI no introduce cambios.