Para la ocasión, el fabricante nipón no ha querido especular, y ha utilizado como base uno de los motores más equilibrados de su catálogo, el 3.0 diésel V6 de 240 CV, un bloque que consigue unas prestaciones sobresalientes con un consumo relativamente ‘frugal’ -el EX con este propulsor presume del consumo más bajo de toda la gama: 8,5 litros cada 100 km-.
Junto a este motor, ambos modelos vendrán de serie con climatizador bizona, llantas de aleación de 18 pulgadas y faros bixenón con luz adaptativa. En el caso del EX, el equipamiento se completa con pintura autorreparable, inserciones de aluminio en el salpicadero y asiento del conductor con ocho ajustes distintos -todos eléctricos-, mientras que en el FX encontramos un navegador GPS en tres dimensiones y altavoces BOSE. Otra diferencia es que el FX lleva asientos de cuero, y el EX tiene que conformarse con unos mixtos.
Además del equipamiento, lo realmente interesante es su precio, ya que el descuento es superior a los 6.000 euros en cualquier caso. El EX30d tendrá un precio de 46.000 euros -8.000 euros más barato-, mientras que el FX30d costará 57.000 euros -6.500 euros menos-.