Las autoridades de las grandes capitales europeas están buscando nuevas soluciones para poner punto y final a los atropellos masivos que han tenido lugar en los últimos meses por parte de terroristas yihadistas. En esta linea, la Policía Metropolitana de Londres ha desarrollado un invento conocido como ‘la garra’, que se trata de una red de clavos de acero de tungsteno, un elemento de extrema dureza, muy fácilmente desplegable.
La red puede ser desplegada rápidamente por sólo dos oficiales en menos de un minuto y puede detener con eficacia un vehículo de hasta 17 toneladas en segundos. La velocidad y la baja mano de obra necesaria para el despliegue significa que las redes pueden ser reubicadas muy rápidamente si es necesario.
Esta red de clavos es un elemento menos pesado y robusto que los maceteros o bolardos aplicados hasta ahora, pero su efecto es el mismo o incluso superior. Una vez extendido en la calzada, la policía colocará letreros delante y detrás advirtiendo tanto a los conductores como a los peatones de que hay clavos en la carretera. En caso de que un vehículo avance a gran velocidad, como ocurrió en las ramblas, los clavos perforarán los neumáticos y la red se enredará alrededor de las ruedas delanteras, deteniendo el vehículo.
Esta nueva herramienta de seguridad, pensada para acabar con los últimos ataques terroristas realizados con vehículos de gran tonelaje en algunas ciudades europeas, se une a otros sistemas utilizados hasta ahora como los bolardos, maceteros o las barreras rígidas. «Este equipo, sin duda, tiene el potencial de salvar vidas y es sólo una de las medidas que se toman para brindar protección a las multitudes que asisten a eventos importantes en Londres», explica el inspector jefe Nick Staley, de la Unidad de Operaciones de Seguridad Protectora del Met.
