Nuevo motor diésel de 115 CV para el Mazda 3

El consumo de combustible y las emisiones de CO2 también mejoran ligeramente, aunque no suponen una gran revolución: de 4,5 litros a los 100 km se pasa a 4,4 l, mientras que los niveles de CO2 descienden de 119 a 117 gramos por kilómetro. Para cumplir con la normativa europea, este propulsor de gasóleo utiliza […]


El consumo de combustible y las emisiones de CO2 también mejoran ligeramente, aunque no suponen una gran revolución: de 4,5 litros a los 100 km se pasa a 4,4 l, mientras que los niveles de CO2 descienden de 119 a 117 gramos por kilómetro.

Para cumplir con la normativa europea, este propulsor de gasóleo utiliza una relación de compresión más baja, que reduce la temperatura de la combustión. A esto hay que sumar la incorporación de un refrigerador mejorado en el sistema de recirculación de los gases de escape para que el motor se caliente más rápido cuando arranca en frío, así como un filtro de partículas que no requiere de ningún tipo de mantenimiento. Este nuevo motor dispone de un nuevo turbocompresor de geometría variable más eficiente y  un sistema de inyección de combustible common rail más preciso.

La fricción y el peso se han reducido introduciendo algunas modificaciones. Por ejemplo, la anterior disposición de doble árbol de levas se ha sustituido por una estructura monoárbol y dos válvulas. Esto supone un peso 4 kg inferior, a lo que hay que sumar los 3 kg menos que pesa la nueva transmisión manual de seis velocidades. De esta forma, la cadena cinemática se ha aligerado 7 kg.

En cuanto al filtro de partículas DPF, el actual viene combinado con un catalizador de oxidación que eleva la temperatura de los gases de escape y produce una combustión más completa de estas partículas, eliminando de este modo el uso de aditivos para quemar las partículas sólidas.

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