Con estas subidas, el precio de la gasolina supera por primera vez en la historia los 1,50 euros; lo mismo sucede con el diésel, que se pone por primera vez por encima de los 1,40 euros (1,42 €/litro). Si nos fijamos en el coste de los combustibles a primeros de julio, la gasolina se ha encarecido más de un 12 % desde entonces, mientras que el gasóleo lo ha hecho en un 8,56 %. Estos datos se convierten en un 16 % y un 10,5 % si tomamos como referencia el inicio del año. Hasta la fecha, el récord de la gasolina estaba en los 1,498 €/litro registrados a mediados de abril, y el del diésel en los 1,399 €/litro de mediados de marzo.
Si tomamos 55 litros como la capacidad media del depósito de un automóvil, llenar el de un coche de gasolina cuesta a día de hoy 83,1 euros -más de nueve euros más caro que a comienzos de julio-; el de un vehículo diésel sale sale por 78,1 euros -casi 8 euros más caro-.
Los expertos atribuyen que los precios de los carburantes estén por las nubes al mayor consumo en el periodo de vacaciones -por el mayor número de desplazamientos-. Además, el precio del barril de crudo Brent con el que se abastece Europa mantiene una clara tendencia al alza, situándose en estos momentos en 116,01 dólares; lo mismo sucede con el de Texas, que en la actualidad cuesta 97,63 dólares.
El pasado miércoles, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, anunció que Francia reduciría los impuestos sobre el combustible para compensar la escalada de precios que se está sufriendo; el precio medio de la gasolina en la UE es esta semana de1,69 €/litro, y el del gasóleo, 1,54 euros; si nos centramos en la Eurozona, la gasolina se eleva tres céntimos hasta los 1,72 euros, mientras el gasóleo cae dos céntimos hasta los 1,52 €.