El pasado 20 de junio tuve un accidente con varios vehículos implicados. Como consecuencia del golpe, sufrí lesiones en el cuello y espalda de las que todavía no me he recuperado, y el coche quedó siniestro total. Los pretensores funcionaron correctamente, pero no así los airbags. En Opel me dicen que éstos no tienen porqué actuar siempre. ¿Tienen razón?
El gabinete de Prensa de Opel nos ha informado de que el impacto frontal que presenta este Astra no se encuentra localizado sobre partes estructurales de la carrocería -no afecta a los puntales ni traviesas delanteras-. Los componentes por encima del paragolpes, tales como piezas mecánicas del habitáculo motor, parrilla delantera, capó y faros son de fácil deformación, y por tanto, no transmiten deceleración al habitáculo, sino que absorben la energía del mismo. El impacto principal, en este caso, comenzó en la zona superior del frontal, afectando a piezas como las mencionadas y arrollando la parte superior del mencionado frontal, perdiendo el impacto su energía durante este proceso. Por otro lado, los pretensores están diseñados para activarse con independencia de las bolsas airbag, siendo su umbral de activación por deceleración más bajo que éstas; su función es proteger al ocupante en los casos en que la deceleración del impacto no es suficiente para activarlos airbags, pero sí protegerlo sujetándolo firmemente al asiento. Finalmente, por lo anteriormente expuesto y la lectura de los parámetros de funcionamiento de la unidad de mando del airbag, concluyen que el sistema de seguridad del vehículo ha funcionado correctamente.