Siempre lo he llevado al taller oficial, donde le han cambiado infinidad de piezas: el turbocompresor, el colector de admisión, la válvula EGR -cinco veces-, el caudalímetro, sensor de presión, cableado… También le han intentado reparar un problema relacionado con el cierre centralizado, pero siempre pasa lo mismo: al poco de sacarlo del taller vuelve a dar fallos. Como es mi herramienta de trabajo, cada vez que tengo que llevarlo al servicio oficial me ocasiona un grave transtorno aunque, eso sí, en el concesionario se han portado muy bien y me han prestado siempre un vehículo de cortesía. ¿Podéis hacer algo?
El departamento de prensa de Opel nos ha comunicado que se le ha cambiado el coche por uno completamente nuevo de las mismas características con cuatro años de garantía. El cliente sólo ha tenido que arreglar algunos desperfectos de la carrocería de su vehículo y cambiar dos ruedas -580 euros-.
