Este coupé deportivo de Opel trataba de conjugar prestaciones con habitabilidad para cuatro personas, todo ello utilizando los motores del Ascona, la berlina media de Opel. El producto final ofrecía más apariencia -tenía una carrocería muy vistosa- que rendimiento, pero cumplía de sobra con las aspiraciones de quienes deseaban un automóvil de estilo deportivo que fuera económico y elegante. Su versión inicial, el Manta A, equipaba motores de 1.2, 1.6 y 1.9 y duró hasta 1975.
Segunda serie
El Manta B, que empezó a fabricarse en 1975 en Alemania -allí también se construía el A-, mantenía la filosofía del primero, aunque su línea variaba ligeramente: era más angulosa.
Conservaba los motores del primer Manta y, en diciembre de 1977, el 1.9 se sustituyó por un 2.0. En 1985, aparecieron también un 1.3 y un 1.8.
Los años dorados
En 1978, la serie B se amplía con el Manta CC: versión de tres puertas y portón trasero. En 1982, se añadió al Manta un spoiler delantero, y la gama se simplificó con la desaparición de algunas versiones.
También en rallyes
La empresa Irmscher preparaba los Manta i200, i240, i300 y el Manta 400 que participaron en el campeonato del mundo de rallyes en los años 70. Oñoro y Lacalle ganaron en 1986 el campeonato de España de rallyes de tierra con un Manta 400 de 270 CV preparado por Meycom-Peyo.
Los últimos pasos
La última versión del Manta B se puso a la venta en noviembre de 1987, el GSI 2.0 E. En 1988, se deja de fabricar y, en agosto de 1990, fue sustituido por el Opel Calibra.
Por dentro
Los primeros Manta llevaban techo de vinilo, cinturones de seguridad de tres puntos, faros halógenos, lavafaros, parabrisas laminado y luneta térmica, que era el equipamiento normal por entonces.
En 1986, se añadieron algunos extras que no estaban disponibles en las primeras versiones: aire acondicionado, radiocassette o techo solar; lo que tampoco suponía un lujo excesivo para la época.
Así iba
La versión 1.9 de la serie A del Manta alcanzaba una velocidad máxima de 169,2 km/h y pasaba de 0 a 100 km/h en 12,5 seg.
En 1983, un Manta GT/E con motor 2.0 de 125 CV llegaba a 192 km/h. En cuanto al consumo, un Manta A gastaba 9,7 litros cada 100 Km.
Conclusión
El Opel Manta era un coupé robusto y asequible. Su aspecto externo era muy atractivo, lo que compensaba la falta de prestaciones verdaderamente deportivas de su motor, que sí ofrecían algunos de sus rivales.
Sin embargo, su polivalencia contentaba a quien buscaba un coupé y, al mismo tiempo, no quería renunciar a un vehículo con espacio no muy amplio, pero suficiente para cuatro personas. Asimismo, era un producto con una buena relación entre su precio y la fiabilidad que ofrecía.
Compacto de referencia…
Lo bueno… La prensa especializada consideraba a los primeros Manta como unos eficaces y vistosos coches para dos personas, no para cuatro, como decía la publicidad de la época. Destacaban principlamente por su diseño y equipamiento
Y lo malo… Por el contrario, sus asientos resultaban duros, su dirección imprecisa, los frenos poco eficaces y su estabilidad especialmente precaria en mojado. A partir de 1980, la prensa alabó las prestaciones de la versión GT/E, así como su cambio, línea, equipamiento y acabado; pero reprobó su ruidoso motor, su confort, su eje trasero rígido y su dirección dura.
|
FICHA TECNICA
|