La Raña: el Serenguetti español
Es la imagen con la que identificamos el Parque Nacional de Cabañeros. La raña es una gran llanura de aproximadamente 8.000 hectáreas de extensión, situada en el sureste del parque, cuyo origen es el relleno con materiales circundantes que se produjo hace unos tres millones de años. En los años 60 se eliminó parte del bosque y el matorral que la cubría, para dedicarla a cultivos de cereal, y a partir de entonces se convirtió en el herbazal arbolado actual, con algunas zonas que conservan la vegetación original, como la denominada el «Mancho del Portugués» o la Colada de Navalrincón.
Su vegetación de pastos altos y encinares favorece la presencia de hervíboros –ciervos, jabalíes– y aves de llanuras como las avutardas, cigueñas –blanca y negra–, perdices, abejarrucos, y una gran cantidad de rapaces que utilizan esta espacio como lugar de caza. La raña es la visita obligada del parque. El Centro de Visitantes de Casa Palillos, en la carretera entre Pueblo Nuevo de Bullaque y Santa Quiteria, es el acceso directo a La Raña.
Boquerón del Estena (Navas de estena)
Este paraje formado en la confluencia del arroyo del Chorrillo con el río Estena permite observar, en sus paredes, prácticamente todos los estratos geológicos de la Era Primaria. Además, por sus caracterísiticas climáticas, se dan en este único espacio tres tipologías de bosques: vegetación mediterránea, vegetación ribereña y árboles más norteños como el tejo o el abedul.
Chorro de los Navalucillos (Los Navalucillos)
Una de las rutas más recomendables de Cabañeros conduce a este espectacular rincón que invita a disfrutar de la paz y tranquilidad que solamente es interrumpida por el agradable sonido del agua al caer por la cascada. El itinerario se puede seguir ascendiendo hasta la denominada Chorrera Chica, un paraje de gran belleza y muy escondido.
Risco de las Paradas (Navahermosa)
Junto a la carretera CM-4157, de camino a Navas de Estena, se encuentra este risco-mirador que ofrece una de las mejores vistas de Cabañeros en su conjunto. Desde aquí se pueden contemplar los campos de cereales y, a su alrededor, las laderas tapizadas de olivares, encinas, alcornoques… Siempre bajo la vigilancia de las rapaces que sobrevuelan nuestras cabezas.
Corocho de Rocigalgo (Los Navalucillos)
Con 1.449 m de altitud, este monte es el más alto de la provincia de Toledo y el techo del Parque Nacional de Cabañeros, con unas vistas que, de por sí, justifican la ascensión. Pero además, la ruta que conduce a su cumbre es uno de los parajes más espectaculares y valiosos de los Montes de Toledo, tanto por sus curiosas formaciones geológicas como por el bello robledal que cubre el valle.
