De nuevo un paraíso natural será el objetivo de nuestra pequeña aventura off road de fin de semana. Así, después de un inicial deambular por tierras de Burgos dibujando caminos, llegaremos al horizonte alavés, aún tenso por la proximidad castellana, para atravesar los pétreos muros de piedra que protegen al Parque Natural del Valderejo. Se trata de un lugar donde el tiempo se detuvo, quedó preso, sujeto… por los farallones que lo protegen del ruido y de las agresiones propias del mundo moderno.
Hoy, sólo los más comprometidos viajeros, aquellos que saben permanecer en silencio el tiempo suficiente para poder ver, son los que visitan este pequeño paraíso natural de poco más de 3.500 hectáreas. Aquí, familia y amigos se concentran los fines de semana para buscar sensaciones y el disfrute de un maravilloso entorno natural. Pero este parque, como muchos otros, cuenta con unas peculiaridades esquivas que sólo se pueden descubrir en los días más tranquilos, en los que el silencio es absoluto.
Las cuatro estaciones del año
Para realizar este rutómetro, hemos aprovechado las singulares cualidades off road del SX4. Por ello sólo hemos utilizado aquellos caminos que, por trazado, inclinación y estado, son válidos para ser transitados durante las cuatro estaciones del año. Quizás en invierno, y por la altitud, la nieve pueda ser una protagonista ineludible en algunas zonas. Pero, salvo estos días, el trazado permite la libertad de que cualquier vehículo con tracción 4×4 y una carrocería mínimamente sobreelevada, como la de este Suzuki, pueda acercarnos a los entornos paisajísticos y turísticos más impresionantes de las provincias de Burgos y Álava.
Para empezar nuestro ruta, elegimos la popular población burgalesa de Pancorbo. Para muchos, este punto ya le habrá llamado su curiosidad por su espectacularidad y porque aquí el trazado de la autopista se desdibuja, comprime y zigzaguea entre túneles y curvas pronunciadas. Así, a su paso, no pocos hemos evocado esas pétreas formaciones como un lugar donde el off road comprometido con el medio ambiente puede darnos satisfacciones lúdicas de conducción y, además, el placer de elevar nuestra vista en un horizonte distinto y más lejano al del resto de viajeros convencionales. Y nuestras evocaciones no han podido ser mejor recompensadas: esta parte oriental del Parque Natural de los Montes Obarenes ha competido en belleza y exaltación natural incluso con el propio parque natural de nuestro destino final, el de Valderejo.
Horizonte Alavés
Así, después de conocer a pie y en detalle la población de Pancorbo, hoy peinada a raya por el paso de la línea férrea que sortea este paso natural entre sus viejas calles, hemos querido subir lo más cerca posible de las cumbres en busca del horizonte alavés. Durante el ascenso, atrás quedaba oscura y gris Pancorbo, cobijada por sus agujas y farallones que la comprimen tanto como la protegen. Y en lo más alto, justo a punto de coronar el puerto, encontramos la reserva de equinos de Losino. Este caballo, autóctono de la zona, galopa en semi libertad por esta parte oriental de los Montes Obarenes; en la actualidad hay censados como unos 300 ejemplares. Tuvimos la suerte de ver la silueta y cabeza de algunos de estos potros, pero su agilidad y nuestra torpeza no permitió que las memorias de la cámara se llenaran con su singular belleza. Esta raza se entronca con otras autóctonas, como el Asturcón, el Jaca Soriana, el Jaca Navarra, el Pottoka Vasco y la extinguida Catalana. La verdad es que aquí resulta más que recomendable subir con unos buenos prismáticos, mucha paciencia y unas cuantas barritas energéticas… La espera dará sus frutos a poco que nos lo propongamos.
De aquí iremos, en un constante descenso, hacia la población de Encío. Durante el camino, no serán pocos los grupos de trekking que encontraremos en la pista, con lo que huelga sobre el bien acondicionado firme de la pista, sobre todo cuando en algunos lugares éste se angosta entre cortados y riachuelos.
Del Encío daremos el salto, a través de caminos de concentración parcelaria, hasta nuestro siguiente hito en el camino: Santa Gadea del Cid. Una de las puertas fortificadas de esta población nos dará entrada a un casco excelentemente conservado. Y no sólo por el trabajo que vecindario y ayuntamiento han puesto en su decoro y conservación, también por la belleza intrínseca de su trazado. El viajero debe echar pie a tierra para recorrer sus calles y plazas (más grandes de lo habitual en poblaciones fortificadas como ésta), las cuales aparecen rodeadas de cuidados soportales.
De nuevo en ruta, la pista nos llevará hasta Puentelarra, único paso posible del Ebro en esta área. Este punto, además de ser frontera natural, es también frontera política entre las tierras de Burgos y la ya presente Álava. Su estación de servicio nos puede ir bien para repostar combustible y algunas viandas, ya que nos queda camino por recorrer. Ahora nos dirigiremos hacia Fontencha, donde su torreón será el faro que nos indique el camino que debemos tomar para seguir nuestra ruta, pues desde aquí hasta la aldea de Barrio no volveremos a entrar en zona habitada durante el tramo.
Por pistas de extracción maderera
El rutómetro va dibujando las viñetas que nos darán guía y acceso a lugares a veces difíciles de localizar, por lo que deberemos estar muy atentos a las indicaciones y a la escalada de cota hasta la aldea de Barrio. Esta pequeña población tiene dos salidas o caminos. Uno es el que tomamos nosotros y que discurre bordeando el Alto de la Custodia el cual permite un largo y ascendente disfrute de la conducción off road. Y el otro camino es el que evita esta larga ascensión y que nos llevará por la vega hacia Nograro. Ambas vías confluyen en la misma población, por lo que no habrá problema para seguir el rutómetro después. Pero en ambos casos será aconsejable llevar un cartográfico (Nº 137 de escala 1:50:000 del S.G.N.), pues las múltiples pistas de extracción maderera nos pueden liar un poco y motivar que la noche se nos eche encima.
De aquí a Quejo habrá ya poca dificultad; la primera pista, la que nosotros tomamos, presenta un camino tranquilo a través de Nograro. Los más aventureros y con la montura adecuada podrán ir monte arriba para vivir una excursión muy recomendable. Nosotros estimamos que el SX4 ya tenía suficiente y optamos por bajar hacia Nograro y seguir hacia Quejo, camino de San Zadornil. Desde aquí, ya encontramos las diferentes indicaciones de la entrada habitual al Parque Natural de Valderejo, punto final de nuestra ruta.
PANCORBO
(42º 37- 98– / 3º 6- 52–)
El desfiladero y la villa de Pancorbo se unen en la historia ya desde los tiempos de los romanos, cuando la Vía Aquitania unía las tierras de las Galias y de Hispania hasta Galicia. Pero sería en el medievo cuando se convirtió en una de las claves de la historia de Castilla, como bastión para la Castilla de las Merindades. Hoy, sus 600 habitantes se dedican a las labores agrícolas o turísticas gracias a su interés paisajístico.
OFICINA MONTES OBARENES. En la calle Real encontraremos información precisa para visitar el desfiladero de Pancorbo, perteneciente al Parque Natural de los Montes Obarenes. También la tenemos en www.pancorbo.es
CAMPING EL DESFILADERO. Será un buen punto de partida para nuestra aventura. Coordenadas GPS 42º38-54.6-N, 3º5-28.2-W. Está en la N-I, km 305 (teléfono 947 354 027) y sus coordenadas GPS son 42º 38- 54.6- N, 03º 05- 28.2- W.
CASA RURAL EL BARRANCO DEL LOBO. Cuenta con cinco plazas y se sitúa en Extramuros, s/n, pero por 140 euros al día podemos disfrutar de toda la vivienda. Para reservar, llamar al 947 354 080.
SANTA GADEA DEL CID
Este pueblo ya era conocido en el siglo IX por ser villa límite entre los reinos de Castilla y Navarra. Junto a su iglesia, declarada juradera en 1012, podemos encontrar y visitar la ermita de Nuestra Señora de las Eras, románica del siglo XIII. Y muy cerca también está el castillo, cuyos orígenes se remontan al XI (si bien posteriormente fue reconstruido en el XV), del que aún queda en pie la torre del homenaje. Destacables son, asimismo, las puertas torreadas de la villa, que formaban parte de la antigua muralla. En cuanto a su casco antiguo, es un conjunto pintoresco de calles angostas y arquitectura popular de rico sabor medieval.
AYUNTAMIENTO DE SANTA GADEA DEL CID. Situado en la plaza mayor, ofrece información en el teléfono 947 359 135 y en la web www.turismoburgos.org
RESTAURANTE VENTA DEL TÉRMINO y BAR EL CASTILLO, Se trata de los dos únicos establecimientos hosteleros que, de momento, la villa ofrece al viajero. Sus teléfonos son, respectivamente, el 947 359 179 y el 947 359 222.
LALASTRA
(42º 52- 19– / 03º 12- 11–)
Esta pequeña población serrana de poco más de 90 habitantes es la capital del Parque Natural de Valderejo y, por tanto, es la encargada de ofrecer servicio a los viajeros que pretendan visitar este poco conocido parque natural vasco. Entre la oferta cultural, destaca el Centro de Interpretación del Parque Natural de Valderejo y el Museo Etnográfico que el municipio, con gran esfuerzo, ofrece al viajero gratuitamente.
CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE VALDEREJO. Se encuentra situado justo al final del pueblo, por lo que conviene aparcar el vehículo en la zona específicamente habilitada a la entrada, pues la circulación está restringida. Teléfono: 945 353 146.
CASA RURAL VALDEREJO ETXEA. Si avanzamos por la calle Real, muy cerca del antiguo lavadero municipal y el Museo Etnográfico, encontraremos este alojamiento rural, que por poco más de 41 euros nos ofrecerá descanso en una de sus 12 plazas. Teléfono: 945 353 085.
DATOS ÚTILES
DISTANCIA
El rutómetro dibuja un variado recorrido de unos 60 kilómetros, de los que prácticamente un 95% discurren por pistas o caminos vecinales. Más de la mitad de éstos transcurren por zonas montañosas y de gran afluencia de caminantes y ciclistas, por lo que habrá que ser muy prudentes.
DIFICULTAD
En los tramos iniciales y finales aparecen las mayores dificultades debido a la inclinación propia del camino y por lo sueltos que están los materiales que lo componen. Por ello conviene conectar la tracción 4×4. El resto de las pistas son muy sencillas.
DURACIÓN
Hacer todo el rutómetro, con paradas incluidas para comer, nos puede llevar todo el día e incluso en la época de invierno sería interesante hacer la última parte el día siguiente porque la noche nos puede sorprender en la zona más complicada y sin GPS podemos tener problemas para localizarnos sobre el cartográfico.
FECHA
Octubre de 2008.
CLIMATOLOGÍA
La propia del carácter continental de la meseta castellana y alavesa, al que debemos añadir la particularidad de la serranía, con caprichosas e impredecibles inestabilidades atmosféricas.
CARTOGRAFIA
n I.G.N. 1:50.000 Hojas:169, 137 y 111.
NOTA: El objeto de estas excursiones es visitar y conocer parajes a los que sería difícil acceder con vehículos de dos ruedas motrices, sin buscar complicaciones añadidas a las propias del camino y respetando las limitaciones legales de cada Comunidad Autónoma o país. Para mayor información, recomendamos consultar siempre antes con las autoridades locales.
CONSEJOS TT
Para la ruta
Dependiendo de si la jornada es lluviosa o soleada y de la duración de las paradas, esta ruta nos puede llevar entre siete y 12 horas. Dado que el recorrido planteado no está en una zona muy turística, aconsejamos llevar nevera y vituallas para pasar un bonito día de campo. Durante el camino encontraremos mil razones para parar a comer.
Para el rutero
Conviene llevar buena cartografía, pues al rutómetro, en su parte final, le podemos añadir unos cuantos kilómetros más de aventuras por una zona más montañosa y espesa. Eso sí, siempre y cuando la noche nos deje guiarnos. Aunque siempre podremos dejar este tramo final para disfrutarlo al día siguiente, pues los paisajes invitan a ello.
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