Goldcar gestionó más de 6.900 partes de asistencia en 2015, el 51% de los cuales ha requerido el envío de grúa. De entre todas estas asistencias en carretera, hay algunas que destacan por lo increíble de la situación y que han obligado a desplegar todo un dispositivo de rescate. Recuperar vehículos sumergidos o posados en la copa de un árbol, son algunas de las situaciones que ha tenido que solventar el departamento de incidencias de Goldcar.
Las asistencias más locas
- Los enamorados.- Una pareja llevó su vehículo hasta la orilla de una playa de Málaga, tratando de localizar un lugar romántico. Fue imposible sacarlo de la arena con una grua, que se hundía en ella. Hubo que recurrir a un complejo sistema de rescate con la ayuda de un tractor para cargas de gran tonelaje y fue necesaria la intervención de la Guardia Civil.
- El coche-árbol.- El cliente no fue capaz de explicar como su coche había llegado a la copa del árbol, pero obligó a la compañia a recurrir a servicios especializados de Mallorca y al uso de una pluma para poder recuperar el automóvil, tras recibir la llamada del conductor que salió del vehículo descolgándose por el árbol.
- Coche sumergido.- Goldcar también ha tenido que recurrir a un equipo de buzos para rescatar un coche que acabó en el fondo del puerto de Málaga.
- Coche equivocado.- En la localidad alicantina de Torrevieja, un cliente solicitó una grúa porque su vehículo alquilado no arrancaba. Al llegar al lugar, los profesionales se cercioraron de que el usuario había abierto un vehículo del mismo modelo pero, al comprobar la matrícula, no era el que había alquilado.
- Combustible equivocado.- Las estadísticas del pasado 2015 constatan que en plena temporada alta de alquileres, con la llegada de los meses fuertes de verano, cada dos días un usuario se equivocó llenando el depósito de su coche de alquiler al seleccionar mal el tipo de carburante.
- Llaves al agua.- Las ganas de disfrutar de la playa sin perder ni un solo minuto están detrás de otra de las llamadas frecuentes que recibe Goldcar como es el darse un chapuzón en el mar sin haber sacado del bolsillo la llave del coche. Uno de los olvidos destacados dentro del cómputo general de asistencias del pasado verano.