Es muy probable que en más de una ocasión hayas utilizado o escuchado esa expresión de “fulanito va pasado de vueltas” para referirte a alguien que está haciendo algo de forma un tanto alocada. Pues bien, pasar de vueltas un motor tiene mucho que ver con eso, aunque lo cierto es que las consecuencias suelen ser nefastas.

En primer lugar conviene aclarar que para pasar de vueltas un motor hay que cometer un error, y ese error suele ser introducir una marcha demasiado corta. Por ejemplo, imagina que vas en quinta velocidad por ejemplo a 150 km/h, quieres reducir a cuarta y, por error, introduces la segunda velocidad.
Si esto ocurre, lo normal es que notes una fuerte deceleración cuando empieces a soltar el embrague, de manera que lo normal es que vuelvas a pisarlo y te percates de tu error. Si es así, volverías a meter cuarta y aquí no ha pasado nada.
Sin embargo, si metes la segunda velocidad y sueltas el embrague, estarás forzando al motor a alcanzar un número de revoluciones muy superior al que puede funcionar. Y eso se suele traducir en una grave avería en el motor. Pueden ocurrir varias cosas, aunque lo más habitual es que los pistones empiecen a doblar las válvulas de la culata como su fueran palillos. Si ocurre esto, empieza a pensar en una factura de cuatro cifras en el que primer digito no suele ser inferior a tres.
Puede ser que tengas suerte y se salte algún diente de la correa de la distribución, o que la cadena se parta y que milagrosamente no ocurra gran cosa, pero no suele ser lo habitual.

En otras ocasiones, es la propia caja de cambios la que puede romperse. En ese caso, quizá se pueda salvar el motor… pero la factura de reparación de la caja de nuevo tendrá un coste tan elevado probablemente como el motor. Si seguimos pensando en esos casos en los que la suerte decide echarte un cable, hay ocasiones en las que en el momento en el que se intenta soltar el embrague, el desfase de giro es tan bestia que falla algo en el mecanismo del embrague. Si es así, probablemente el coste de la reparación sea mucho más bajo.
Sé lo que estás pensando. “Y, si acelero a fondo, ¿puedo también pasar de vueltas el motor?” La respuesta es sencilla: en los coches actuales, no. Bueno, en los actuales y en cualquiera con un sistema de inyección electrónica, que se lleva utilizando en todos los coches desde hace 30 años. Todos los coches con este tipo de sistemas tienen el denominado corte de inyección, que consiste en impedir que se siga inyectando carburante en los cilindros a un régimen de giro determinado por la centralita del motor.
Por eso, en caso de que aceleres a fondo y no dejes de hacerlo, llegará un punto en el que notarás que el motor comienza a fallar, y no alcanzará más revoluciones. Eso no es pasar de vueltas el motor; es, simplemente, que has alcanzado el régimen de giro máximo al que puede funcionar el motor.
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